Las leyes no dan resultado: 6 mujeres más asesinadas que el año anterior

El anterior Gobierno de coalición entre las fuerzas de izquierda trajo un nuevo Ministerio, el de Igualdad, que no ha estado exento de polémica en los últimos años por numerosos motivos.

Desde su presupuesto hasta las leyes aprobadas por el mismo, como la del ‘solo sí es sí’, las críticas han sido duras desde diversos sectores. Con más de 1.200 reducciones de pena y más de 100 excarcelados, esa ley concretamente fue la que condenó a la mujer que lo dirigía y que en la actualidad ha sido vetada por sus propios compañeros: Irene Montero.

Llegó como la salvadora, la mujer madre y feminista que iba a revolucionar el mundo. Más allá de ello, a quien revolucionó fue a la población con medidas que carecían de sentido o no estaban bien definidas a ojos de muchas personas.

Una de las razones por las que Pedro Sánchez permitió la creación de este Ministerio en su día fue la violencia de género: aquella que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad (parejas o ex-parejas). Y por ello vamos a recordar los datos de los últimos años.

La idea del Ministerio de Igualdad era frenar las muertes por violencia de género protegiendo a la mujer frente a su agresor. Con herramientas como el 016 se ha logrado aumentar el número de denuncias, cierto, pero no todas llegan hasta el final, bien por miedo o bien por falta de pruebas.

A pesar de que ha crecido el número de denuncias, está claro que no se corresponden con el número de fallecidas en los últimos años. Este 2023 han perdido la vida a manos de sus parejas 55 mujeres, seis más que en 2022, cuando hubo 49 víctimas mortales. De hecho, si observamos los años anteriores, en 2021 fueron 48 y en 2020 otras 49. No son datos, son personas y hoy a sus familias solo les queda su recuerdo.

No han reducido las muertes. La actual ley integral de violencia de género no está atajando el problema como debería, eso es indiscutible, y otro diciembre más acaba con 56 menores huérfanos.

Lo que deparará el 2024 nadie lo sabe. Ni si quiera si las tensiones políticas darán estabilidad al Gobierno. Eso sí, los ciudadanos seguirán siendo los grandes perjudicados de esta guerra que se define en dos palabras: lamento y decepción.