Los niños saharauis visitan la Diputación de Badajoz

El presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ha recibido a medio centenar de niños y niñas saharauis que están pasando el verano en nuestra región acogidos por familias extremeñas dentro del programa ‘Vacaciones en Paz’.

Los menores saharauis, con edades entre los 8 y los 12 años, han venido acompañados de sus familiares de acogida y de los responsables de los dos colectivos que se implican en el movimiento ‘Vacaciones en Paz’ aquí en Extremadura.

El presidente Miguel Ángel Gallardo, acompañado de las vicepresidentas Raquel del Puerto y Carmen Yáñez, del vicepresidente tercero, Ramón Díaz, y de la diputada de Políticas Sociales, Ana Balén Valls, ha tenido ocasión de charlar con los niños y niñas, conocer sus gustos y sus inquietudes.

Menos en los años de la pandemia, 2020 y 2021, que no vinieron niños saharauis a Extremadura, la Diputación de Badajoz ha colaborado con subvenciones para financiar las estancias durante los meses de julio y agosto, desde 2016.

La ayuda se duplica

Este año, el pleno de la Corporación Provincial aprobó la creación de dos subvenciones nominativas de 15.000 euros cada una. Por un lado, a la Federación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, que han sido los beneficiarios "tradicionales", y por otro a una nueva asociación, NUR Saharaui Extremadura, que es una "escisión" de la Federación que también trae a los niños. Las subvenciones de este año están tramitándose en la actualidad. Por tanto, el montante total de este año de la institución provincial al programa ‘Vacaciones en Paz’ se ha duplicado, ascendiendo a los 30.000 euros.

Cabe recordar que estos niños y niñas salen de una zona muy castigada por el calor en verano, con más de cuarenta grados casi a diario, y de un entorno inapropiado para la infancia porque viven como refugiados de guerra en el desierto.

Como han confirmado los responsables de las dos asociaciones pro saharauis, ya es habitual encontrarse con niños que son hijos de los primeros acogidos por el movimiento ‘Vacaciones en Paz’ que se inició hace treinta años.

Las familias que acogen de forma voluntaria, asumen la responsabilidad del menor y también parte de coste del viaje pagando el billete de avión. Y en estos dos meses llevan a los niños y niñas a las consultas y exámenes médicos, al tiempo que disfrutarán de las costumbres y cultura regional.