25 años de la AUGC: de la clandestinidad a la lucha por los derechos

Con motivo del 25 aniversario de la Asociación Unificada de Guardias Civiles se ha organizado una exposición que en la jornada de este jueves 17 de octubre se inauguraba en Mérida y que estará presente hasta el próximo martes en el Centro Cultural Santo Domingo.

Juan Fernández, portavoz nacional de AUGC, en declaraciones a 7Días, ha indicado que esta exposición transcurre en orden cronológico donde básicamente “nos basábamos en la clandestinidad y teníamos que hacer las actuaciones tristemente tapándonos los rostro, hasta hoy día, donde ejercemos nuestros derechos sin temor ni miedo gracias a la asociación”.

Así, Fernández pone en valor la labor de esta asociación y dice que gracias a ella los guardias civiles pueden reivindicar de manera transparente sus derechos para el mejor funcionamiento del cuerpo y la mejora de la seguridad pública.

En cuanto a Extremadura, el portavoz de AUGC reconoce que se encuentra ante un reto, que no solo afecta a esta región, pero que lo hace de manera particular. No es otro que el reto de la despoblación. Indica que la AUGC ya ha propuesto una serie de medidas que consisten en la reordenación de las unidades dentro del territorio extremeño para prestar mejor la seguridad pública. “Los cuarteles no dan seguridad, lo que da seguridad son los agentes”, señala.

En la región actualmente hay aproximadamente unos 1.500 guardias civiles y Fernández considera que se necesita un incremento del 25% en la plantilla para poder llegar al 100% del catálogo.

La propuesta de AUGC, según nos cuenta Fernández, está siendo reconsiderada por el Gobierno actual, por lo que esperan que a partir del 10 de noviembre, si sale un gobierno estable de las urnas, se pueda seguir llevando adelante.

Por su parte, el secretario provincial de la asociación, Braulio José Calvo, indicaba en la presentación de la exposición que la AUGC viene “de la clandestinidad, estamos en el asociacionismo y queremos ir a la sindicación”.

“La Guardia Civil es una gran institución que garantiza los derechos y libertades a los ciudadanos pero tiene un gran defecto, que no garantiza los derechos de sus trabajadores. Se comporta como un Estado totalitario dentro de un Estado de Derecho”, mantiene.

Braulio afirma que por encontrarse luchando por los derechos de los trabajadores de este cuerpo ha sido expedientado hasta en cinco ocasiones en los últimos cinco años. Aun así, considera que hay que seguir en la lucha y anima a sus compañeros a seguir luchando por sus derechos.