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Cultura

“A pesar de todo siempre he luchado por mi sueño: ser diseñador”

Cultura

25 de Enero de 2018

Con tan solo 24 años, Raúl Gallego se presenta como la joven promesa de la moda extremeña. Dice que nada ni nadie ha conseguido impedir que luche por su sueño: ser diseñador.

Cada día podemos observar cómo los jóvenes extremeños se marchan a otras comunidades en busca de un puesto de trabajo donde valoren su talento. El caso de Raúl es especial por su valentía. Él quiere que su moda lleve sello extremeño.

Pero su sueño se agudiza cuando habla de vestidos de novias, una pasión que le llevó a graduarse en Diseño de Moda en la escuela universitaria de ESNE en Madrid, y además también es wedding planner. Afronta el futuro con mucho optimismo, pues desde que comenzó con su firma le ha ido bastante bien.

Por su potencial y valentía, 7Días ha querido entrevistar a esta futura promesa de la moda.

¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte al diseño de la moda?

Desde pequeño me viene esa pasión, de hecho, desde que tengo uso de razón. En el colegio o instituto siempre pintaba en las carpetas vestidos de novia que yo mismo diseñaba.

Cuando finalmente te decidiste por este sector, ¿cómo se lo tomó tu familia?

Mi madre lo tenía muy claro, pero a mi padre le costó un poco más asimilarlo e intentó que estudiase otra cosa. De todas formas, ambos me dijeron que hiciera lo que hiciera, tendría que ser reconocido como un grado, para que mis estudios sean reconocidos al igual que el de otros jóvenes.

¿Cómo fue tu trayectoria en la escuela de diseño de moda?

Yo estoy muy contento con mi escuela. Se movían mucho, nos llevaban a un montón de desfiles y eventos de moda. Hice las prácticas con Lorenzo Caprile… además, mi profesora de confección hacía vestidos de novia, algo que terminó por convencerme.

¿Es una carrera con futuro?

Yo también me hice esa pregunta en muchas ocasiones, hasta que decidí luchar por mi sueño. Es una carrera que hasta que no entras no conoces las posibilidades que tienes a nivel profesional. Te das cuenta de la amplitud de los campos laborales que tiene: estilismo, revistas, televisión, protocolo…

Tras la carrera hice un curso de protocolo de bodas, más que por ejercer como tal, por complementar mi carrera y entender cómo acontece un enlace. Aquí quizás no tenemos muy en cuenta el tema del protocolo en la moda, pero si quiero llegar alto debo conocerlo.

Acabas tus estudios y ¿qué haces?

Me fui a Sevilla hacer trajes de flamenca. Estuve seis meses haciendo trajes de flamenca. Venían las chicas a decirme cómo más o menos querían el traje, yo hacía los bocetos, elegíamos las telas, y a partir de ahí hacía los patrones, montaba el vestido y los probábamos. Nunca queda igual que al principio, porque nos damos cuenta de cosas que no nos gustan y otras que queremos cambiar.

Tengo que decir que en ocasiones mis diseños están inspirados en el tipo de tela y habitualmente es al revés. Yo me inspiro mucho con las telas, y hasta que no las veo no tengo claro del todo como va a quedar el vestido.

¿Cuándo empieza tu firma?

Mi firma empieza en junio de 2016. Ahí es cuando monto el primer atelier y cuando empiezo hacer cosas a la gente, más allá de un traje a una amiga o a mi madre. Empecé con los trajes de flamenca y boda a medida. Y ahora he empezado a meter colección de fiesta, con idea también de colocarlo en alguna tienda.

¿Por qué ciudades te mueves?

Principalmente aquí en Mérida. Pero los trajes de flamenca por ejemplo todos han ido a Sevilla. También algunas extremeñas me piden trajes para fiestas más rocieras. Trajes de fiesta y novia a donde lleguen. En Madrid han hecho algún reportaje en una revista, he asistido a la feria de Moma, que es la feria internacional de moda en Madrid. Es decir, intento moverme por todas partes, dentro de mis posibilidades.

Ahora, bajo el respaldo de la Asociación de Moda y Sostenibilidad de Extremadura nos movemos más, y lo que es más importante, tenemos más visibilidad.

La ardua tarea de buscar proveedores en Extremadura

Así es, muy complicado. Fabricante de tejidos en Extremadura yo no conozco a nadie, sí hay agentes que te venden los tejidos que fabrican en Madrid, Barcelona o incluso fuera de España. Yo intento trabajar con comercios locales. Voy con la clienta, decidimos las telas y nos ponemos manos a la obra. Lo mismo pasa con la pedrería o accesorios que podemos colocar al traje.

La presidenta de la Asociación ha montado un taller en Moraleja. Se encontró con el mismo problema del que os hablo. En Extremadura no hay un taller donde podamos coser nuestros trajes, si queremos una colección nos tenemos que ir fuera, y encima nos piden unos mínimos muy altos, a los que muchos de nosotros no llegamos.

Esther González (presidenta de MOSE) contrata a mujeres de más de 40 años que se encuentran en desempleo. Desde la asociación queremos fomentar ese taller para no tener que irnos fuera.

¿Qué impedimentos te has encontrado a lo largo de tu trayectoria profesional?

El mundo de la moda es muy bonito por fuera, pero por dentro hay mucha competitividad. Cuanto más alto quieres llegar más trabas te encuentras. Entre que eres joven, tienes poca experiencia… intentan frenarte. Hay mucha gente buena dispuesta a ayudarte, pero también muchas otras dispuestas a tirar tu trabajo por la borda.

Yo por ahora he tenido suerte. He encontrado mucha gente dipuesta a ayudarme de forma desinteresada. Sin embargo, también he tenido malas experiencias. En Sevilla acudí a una entrevista para coser en una modista y me dijeron que no me cogían porque era un chico.

Decían que los chicos queremos diseñar, y que las chicas coser. Aunque la moda es un campo donde debería existir una mentalidad abierta, parece que todavía queda gente con mente retrógrada. Creen que un chico no puede tener la misma calidad al coser que una mujer.

Aun así, ¿tu objetivo de ser un gran diseñador continúa firme?

Por supuesto. Eso siempre lo he tenido muy claro. Tengo el apoyo de mi familia, amigos y profesores. Ahora además cuento con el respaldo de la asociación. Si no sale bien desde luego no será porque yo no lo haya intentado, porque no me mueva o porque no quiera participar en todos los eventos posibles.

¿Recibías críticas en el colegio o instituto?

Había cachondeo por algunos sectores, pero la adolescencia es así. Sobre todo en los chicos, eran los que más prejuicios tenían. Con las chicas nunca encontré problemas. Ninguna lo veía como algo raro, todo lo contrario. Muchas me decían: “tú me diseñarás mi vestido de novia”. Y mira, ahora estoy aquí, quien sabe si algún día podré hacerlo. Los profesores siempre me apoyaron también. No hubo nadie que me dijera que tenía que estudiar otra carrera.

Pero yo pienso que hay prejuicios en todos los trabajos. Igual que una chica para ser policía o bombero. Yo nunca le he hecho caso a eso. Nunca dudé en ir a por mi sueño por lo que podrían decir.

¿Cómo es el apoyo de la Administración regional?

La verdad es que encontramos mucho apoyo de Avante. Hicimos un show room y una pasarela a la que vinieron compradores extranjeros. Esta semana hemos tenido una reunión sectorial para plantear eventos para este año. Es una ayuda importante, y siempre se agradece.

Estamos viendo respuesta mediática para intentar levantar la moda extremeña, ahora hay que llegar a la gente y que esa respuesta también lo sea.

Muchos jóvenes abandonan la región para poder desarrollar su carrera profesional

Yo lo he tenido claro siempre. A nivel profesional quiero llegar lo más lejos posible, no me voy a limitar a mí mismo. Pero también he tenido claro que quería empezar en Mérida, y que llegue donde llegue, algo tiene que haber en Mérida: una tienda, un taller, etc.

Prefiero ganar menos, sacarle menos a una colección pero que se fabrique en Extremadura y que el trabajo se quede en la región, que sacarle el doble, pero irme fuera. Al final es la pescadilla que se muerde la cola, todo el mundo se va fuera, todo va a peor etc. Si hay tantos diseñadores todos necesitamos un taller, ¿por qué no montamos uno aquí?

España en general ha tenido muchos talleres de confección, muchas fábricas, todo con la crisis se vino abajo. Al final, el que te hace el destrozo es la gran empresa que se lleva de golpe mucho. Si todos los pequeñitos nos juntamos e intentamos resurgir el sector algo se notará. Además, esos grandes antes eran pequeños.

¿Cómo organizas tus eventos?

Yo aprovecho las oportunidades que me ofrecen algunos contactos para realizar mis desfiles. El Parador de Mérida y de Zafra, de forma desinteresada, me prestaron sus salones, allí pude mostrar mis colecciones. Las modelos no cobran nada, y a mí me da mucho apuro, pero ahora mismo no puedo pagarles. Intento compensarles por otro lado, las fotos que se hagan con los vestidos son para ellas, por si quieren usarlas para sus currículos como modelos. También si me piden algún vestido para una sesión se los dejo.

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