Acedo: “Sé que he cometido errores, pero estoy dispuesto a corregirlos”

Pedro Acedo ha dedicado más de 26 años de su vida a la política local emeritense. Se caracteriza por haber sido uno de los alcaldes más arropados, pero, ¿qué le hizo perder la Alcaldía tras varias mayorías absolutas? En esta primera parte de la entrevista 7Días analiza con él su derrota electoral en 2015.

En una segunda sección, que 7Días publicará mañana, Acedo nos ofrece su visión sobre los temas más candentes que vive la ciudad, tales como los quioscos de la Plaza de España o el debate sobre la gestión del mercado de Calatrava.

Tras 16 años siendo alcalde de Mérida, y algunos más trabajando en la política de la ciudad, ¿cómo está afrontando estos dos años en la oposición?

Mi primera etapa en la política local fue en la oposición, en la que estuve 8 años, y luego estos dos años que llevo ahora.

He sido alcalde durante 16 años, más 10 años de oposición. En total llevo en la política local 26 años, creo que no hay nadie que lleve tanto tiempo y eso para mí es un orgullo.

También es diputado en el Congreso, ¿cómo compagina ambos cargos?

Popularmente no está bien visto, pero lo cierto es que es legal, y de hecho no es difícil compaginarlos. Los presidentes de las diputaciones tienen que compaginar esa labor con la Alcaldía de su municipio, y eso es algo que también está contemplado en la ley.

En todo caso, mi compatibilización se sometió a la decisión de mi partido, pero es algo legal. Soy presidente del PP de Mérida y diputado en el Congreso, mi partido lo sabe y ahí estoy.

Lo llevo bien. En el Ayuntamiento no nos han entregado ninguna competencia, el Gobierno de Osuna no ha ofrecido, ni al PP ni a otro partido de la oposición, ninguna presidencia de comisión, a pesar de estar en minoría. Cuando yo fui alcalde he entregado las presidencias de las comisiones, incluso cuando estaba en mayoría.

Hace varios meses un medio regional aseguraba que usted había pedido permiso para tener ingresos extras a su cargo político, máxima que desmintió.

Si. Eso es totalmente incierto, fue un error de ese medio, del cual se aprovechó el gobierno socialista de Osuna. Yo no he pedido cobrar por ninguna actividad a parte. Yo cobro por ser diputado del Congreso y por ser concejal en el consistorio emeritense cobro una media de 190 euros al mes, ya que cobro por los plenos a los que asisto.

No tengo intención de desempeñar otro trabajo que no sea ese, por lo que es incierto. Pero me parece inaudito que el Gobierno critique esto cuando hay otros concejales no liberados que cobran por su otra actividad, incluso los del PSOE. Al igual que haría Osuna cuando era concejal y trabajaba en UGT.

Criticar lo que todo el mundo hace porque es legal, me parece inaudito.

Son varias las mayorías absolutas que le llevaron a gobernar la ciudad, ¿por qué cree que le votaba la gente? ¿Qué considera que ocurrió en las pasadas elecciones del 2015?

La primera vez que salí elegido imagino que fue así porque la gente reclamaba un cambio lógicamente. Yo llevaba años en la política de Mérida, y los emeritenses se cansaron de la política de siempre, se inclinaron por la otra opción, que era el PP. Pero la segunda vez ya han pasado la prueba del algodón, y la tercera y la cuarta. Así que imagino que me votaban porque les gustaba lo que hacía.

No quiero justificarme cuando he perdido, porque tampoco me gusta presumir cuando he ganado. Pero es obvio que si uno analiza en las diferentes ciudades que gobernábamos en 2011 y que gobernamos ahora, podemos observar que la mayor responsabilidad de perder tantas alcaldías locales fue obviamente el que se pensó más en el PP nacional. Se pensó más en los corruptos que en la gestión local.

Yo estoy en el PP, y aunque el 99% son gente digna y honrada, hay garbanzos negros que nos hicieron perder a la mayoría.

Quedan tan solo dos años para unas nuevas elecciones municipales, ¿Cómo las afronta? ¿Se volverá a presentar como candidato a la Alcaldía?

No lo sé. No lo hemos analizado todavía. Estamos a las puertas de un Congreso Nacional, y después de verano iniciaremos los Congresos locales, que será donde pondremos encima de la mesa todas las posibilidades para las renovaciones municipales.

La experiencia nos dice que no hay que precipitarse, sino hacer las cosas en su tiempo, cuando toquen. También eso depende de la ilusión del candidato, que no siempre dura eternamente, aunque en mi caso la sigo teniendo.

¿Eso significa que se ve con fuerza para volver a afrontar la Alcaldía de Mérida?

Si me lo preguntas tan directamente sí. Yo me veo con fuerza, pero eso no significa en ningún caso que pueda haber otras personas que sean mejores que yo para tener un buen resultado.

¿Si volviese a salir elegido, que cosas cambiaría desde su último mandato?

Yo sé que he cometido errores, y sí cambiaría cosas. Por ejemplo, creo que algo que me castigó bastante es que Mérida no quiere que un alcalde compatibilice su cargo con otro.

Cuando fui alcalde también era senador, y yo percibí que la gente de Mérida te quiere para la ciudad. En el caso de un concejal es distinto, pero la verdad es que un alcalde debe estar dedicado 24 horas al día a su pueblo, y eso si lo compatibilizas con otro cargo no puede pasar. Sinceramente me ha ido mejor cuando he sido alcalde las 24 horas del día, y aunque he intentado estar al lado de todo el mundo, lógicamente si no tienes tiempo suficiente, no se puede conseguir.

También la inercia te lleva con el paso de los años a descuidar un poco la presencia en cada rincón de la ciudad. Les pasa a todos, pero yo que ya lo sé, no me tendría que volver a pasar. Aunque tengo que recordar que yo instauré visitas al alcalde, solo puse una condición: que no se repitieran las visitas.

Creo que me ha hecho falta más presencia y más contacto directo para conocer directamente los problemas de la gente. Lo he hecho, pero no lo suficiente como precisa la ciudad de Mérida.

En cuanto a mis equipos, continuaría con ellos. Siempre he tenido al lado a un equipo bueno que ha funcionado, por eso nos seguían votando. Seguiré siempre contando con gente del PP que tiene las ideas claras. Y algo que no cambiaría es mi modelo de minimizar los impuestos, tal y como hice, incluso reduciendo el gasto.