ANPE Extremadura: “La vacunación masiva en los centros escolares no es la solución idónea”
13 de Diciembre de 2021
Desde ANPE Extremadura consideran que, contrariamente a la opinión expuesta por el consejero de Sanidad, la vacunación de los niños de 5 a 11 años se debe llevar a cabo preferentemente en instalaciones sanitarias o habilitadas para ello y no en los centros educativos, pues no están acondicionados para ello.
Por otro lado, entienden que todo el proceso, incluida la burocracia, permisos parentales y demás tarea administrativa, debiera estar gestionado en su totalidad por personal sanitario, ya que no podemos ni debemos sobrecargar aún más a los docentes con responsabilidades que no le son ni propias ni de su competencia.
No hay que olvidar, asimismo, que además de desconocer patologías previas del alumnado que pudieran no aconsejar la vacunación, puede haber conflictos con estas autorizaciones en familias con progenitores separados, lo que ocasionaría problemas añadidos para el colectivo docente, por lo que entendemos que bajo ningún concepto un centro educativo debe encargarse de gestionar dichos permisos de vacunación, tema exclusivamente sanitario y no docente.
También “debemos tener en cuenta que los alumnos que no se vacunen puedan ser estigmatizados por este hecho, y ello puede derivar en problemas entre los compañeros de aula y las propias familias. Acometer la vacunación en los centros educativos no garantiza la confidencialidad y puede dar lugar a situaciones complicadas de gestionar por el profesorado”.
No obstante, “consideramos que, en el caso de que sea indispensable recurrir a las instalaciones educativas, la vacunación nunca deberá coincidir con la jornada escolar y los padres o tutores legales deberían estar presentes ante la posibilidad de que se produjera cualquier reacción o efecto adverso que pudiera ser motivo de demanda posterior, pues contrariamente a las declaraciones del consejero de Sanidad, cuando él se vacunaba en los centros escolares era dentro de un calendario de vacunación preestablecido, donde era obligatorio para todos la administración de dicha vacuna”.
Todos estos factores afirman que deberían hacer reconsiderar a las autoridades sanitarias, la idoneidad de convertir los centros educativos en vacunódromos de los menores de 5 a 11 años, sin la presencia de sus padres, madres y/o tutores legales.
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