¿Acabar con solares y viviendas en ruina en Badajoz? "El Ayto. no está por la labor"

SOS Casco Antiguo, la Asociación Cívica y la AAVV Casco Antiguo han escrito una carta en la que muestran su disconformidad con la forma de hacer las cosas del Ayuntamiento de Badajoz.

EL AYUNTAMIENTO ES CÓMPLICE DE NUESTRA RUINA

<< Vemos mejoras en nuestros parques y jardines, en las vistosas plataformas únicas, en las actividades culturales y de ocio que nutren nuestras plazas y paseos, pero en cuanto a combatir a los malos propietarios, en cuanto a llevar la pelea allá donde no es notorio pero sí necesario, el Ayuntamiento de Badajoz suspende con rotundidad.

Entendemos que, como políticos, al fin y al cabo, resulte más tentador afrontar una reforma de calado frente a la Puerta de Palmas que asear solares municipales en la calle San Lorenzo. Entregarse a las alabanzas por construir un bulevar ha de ser, a la fuerza, mucho más agradable que emplearse en corregir a quienes permiten que sus propiedades se conviertan en un azote para vecinos. Recibir una palmada en la espalda siempre fue más reconfortante que mancharse los pies de barro.

Hay una ley autonómica y una ordenanza municipal, hay un plan general y otro especial para nuestro barrio, e incluso debiera existir un sentido común y otro del decoro. Nada de ello parece ser razón de peso para sostener el pulso, y vencer, a quienes han robado a nuestro barrio más de 28.000 metros cuadrados de terreno para convertirlo en suelo deshabitado.

Desde hace décadas, los malos propietarios se han entregado con comodidad a la compra barata de inmuebles sin que desde el ayuntamiento se les haya importunado en exceso, tal vez un paternal 'acho, tío, espabila' y poco más. Durante esas décadas, se ha condenado a las familias de residentes a tener que convivir con estas propiedades abandonadas a su suerte, condenadas a la muerte por ruina, al derrumbe malintencionado, y todo ello con la aquiescencia del consistorio. Comprar suelo en nuestro barrio ha sido un negocio a futuro, pero hoy aquel plan de pensiones urbanístico sigue siendo un botín enterrado bajo la arena, a la espera de que el pirata de marras regrese a su isla para recuperarlo. 

Todos nosotros hemos solicitado al ayuntamiento que ponga nombre y apellidos a la enfermedad de nuestro barrio, que identifique a esos malos propietarios a los que no importa que sus solares y ruinas se transformen en estercoleros, fumaderos y escombreras, a quienes permiten que los edificios colapsen y desaparezcan, incluso que sean una amenaza para la seguridad de nuestras vidas; hemos pedido por activa y pasiva un catálogo de ruinas, solares y propiedades largamente deshabitadas (aunque anuncien en sus fachadas promociones inminentes que nunca llegan), pero el ayuntamiento no está por la labor. Es más, pone a disposición de los mismos una línea de ayudas y subvenciones públicas que no discrimina entre quienes hacen hogar y quienes hacen caja. El consistorio, con su alcalde y su concejal de Urbanismo a la cabeza, hacen mutis y miran hacia otro lado. No quieren recordar que existe una obligación legal de edificar, que existe una imposición de plazos para ello, que es un imperativo legal mantener las propiedades en condiciones de seguridad, salubridad y ornato para que no sean un azote a terceros y un riesgo para todos. Ignoran, a propósito, que la responsabilidad de la vigilancia y el control de todo lo anterior recae sobre ellos. Y es esta actitud de inoperancia, de mirar hacia otro lado, la que les convierte en cómplices de nuestras ruinas.

Mientras no cambien las tornas, serán parte del problema. >>