El Ayto. obliga a demoler una vivienda en Tres Arroyos

Carlos Urueña, concejal delegado del Área de Urbanismo, ha dado a conocer este lunes la situación en la que se encuentran dos edificaciones para las que no se pidieron las licencias oportunas de obra.

El edil ha dado a conocer la construcción de una edificación de nueva planta destinada a vivienda que consta de 175 metros cuadrados y una reforma de una nave existente, ambas sin licencia.

Así, ha explicado que el terreno situado en Tres Arroyos es suelo urbanizable pero que “para poder ejecutar obras como las realizadas es preciso una formulación anterior de un plan parcial y un cumplimiento de obligaciones urbanísticas”.

Las únicas obras permitidas en esas viviendas, tal y como ha anticipado Urueña “son obras de ornato, de conservación, de seguridad y de accesibilidad”. Por tanto, en este punto de restauración de legalidad “se insta a la situación anterior mediante la demolición de lo edificado”.

PIDEN OTRA DEMOLICIÓN EN SANTA ENGRACIA

En la zona de Santa Engracia “la obra realizada es una demolición de pequeñas construcciones existentes en patio de vivienda, una reforma integral de la vivienda con demolición de cubierta y levantamiento de segunda planta”, según informa Carlos Urueña.

En este caso “hay dos tipos de actuaciones”, tal y como señala. “En principio algunas son legalizables, y otras obras que no lo son”.

La reforma integral de la edificación existente, por su parte, sí es legalizable “siempre que se destine ese uso a vivienda y es renuncie al incremento de su valor a efectos de expropiación”, comenta el concejal. Esto último se debe a “que está en una zona de reforma”, apostilla Urueña.

Entre las actuaciones no legalizables “se encuentra la realización de una nueva planta, una segunda vivienda, sobre la existente con escalera interior con acceso a la misma”, señala el político.

Así pues, desde el Ayuntamiento informan que “para restaurar la legalidad será necesaria la demolición de las partidas de obra ejecutadas” devolviendo el uso de vivienda a la planta baja. En este caso, el promotor ya está colaborando con el ayuntamiento, por un lado, para demoler la planta alta y por otro lado para legalizar la obra que desde el consistorio estiman como “legalizable”.