Lluvia de pelotas hinchables negras y 3.000 agentes: un clásico diferente
18 de Diciembre de 2019
El Camp Nou será el campo de ‘batalla’ del Barcelona y Real Madrid este miércoles, a las 20:00 horas, un clásico que pondrá a prueba a todos los efectivos desplazados hasta el lugar y que mantendrá en tensión a policías, políticos, aficionados y deportistas.
Bajo la vigilancia de 3.000 agentes, ante una audiencia potencial de 680 millones de espectadores repartidos en más de 180 países, Tsunami Democràtic, y tras aplazarse el pasado 26 de octubre, por fin, el esperado encuentro se desarrollará con esperada ‘normalidad’.
A través de su aplicación, Tsunami cuenta con el apoyo de más de 20.000 personas para llevar a cabo acciones dentro y fuera del estadio que son todavía una incógnita. Sea cuáles sean inquietan a las fuerzas de seguridad, a los organizadores y a la directiva del Barcelona, sobre todo después de la suspensión del Rayo Vallecano-Albacete el pasado domingo por llamar ‘nazi’ a un futbolista ucraniano.
Eso sí, Tsunami asegura que no tiene interés en que se suspenda el clásico, aunque pretende que sea visible el mensaje ‘Spain sit and talk’ tanto en césped como en la grada.
Por su parte, el Barcelona acepta todo tipo de pancartas siempre y cuando no promuevan la violencia y no sean ofensivas.
El Barcelona contará con unos 2.000 agentes de seguridad privada, que serán los encargados de dibujar el perímetro alrededor del césped. Los Mossos sólo intervendrían en casos de fuerza mayor.
Tsunami ha convocado para las 16:00 horas a sus seguidores en cuatro puntos estratégicos alrededor del estadio, presumiblemente por la llegada de los equipos al Camp Nou dos horas antes del inicio del partido.
LLUVIA DE PELOTAS HINCHABLES NEGRAS
A pesar de todo ello, Tsunami a través de sus redes sociales ha propuesto a los aficionados hacer llover pelotas hinchables negras de playa sobre el terreno de juego.
Con esto, pretenden "denunciar" la munición utilizada por los antidisturbios de la Policía Nacional durante las protestas posteriores a la sentencia.
Ahora la seguridad privada del Barcelona será la que deberá detectar los objetos en los filtros de entrada al estadio si desea evitar que suceda.
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