Cómo el Coronavirus nos ha cambiado la percepción del tiempo
18 de Marzo de 2020
El virus que contagia a España parece haberlo detenido todo. Las calles, los ruidos, la contaminación, la economía, y casi la vida. También el tiempo.
La percepción del paso del tiempo también ha cambiado, parece como si nos hubiésemos retrotraído a la infancia, a aquellos veranos que se dilataban sine die, tiempos en los que el reloj transcurría más lento. Fue en otro milenio.
El mundo actual donde las prisas, el trasiego y estrés se abren paso a gran velocidad, donde cada año que pasa parece más corto que el anterior, se ha detenido de golpe este marzo. Como si la propia tierra hubiese dejado de girar sobre sí misma.
Es extraño observar cómo de repente esa realidad acelerada se congela y todo acontece más pausado. Los minutos, las horas, los días.
La percepción espacio-temporal de Einstein recobra relevancia en estos días que nos está tocando vivir, pues a la ralentización del tiempo se suma el espacio.
El ser humano como individuo social no está programado, mucho menos avanzado el siglo XXI, para estar confinado. Y es que nuestro mundo, estos días, se ha visto reducido a cuatro paredes.
Tres días hemos cumplido de cuarentena, cuando seguramente la percepción de muchos es que han transcurrido algunos más. Entre tanto, la angustia coge forma al desconocer cómo de largo será el tiempo en que nuestro espacio se ve reducido.
La pandemia, de dilatarse, modificará durante un tiempo la forma que tenemos de ver la vida, de vivirla y valorarla al habernos privado del espacio.
Pero aprovechen este languidecer del tiempo porque no volverá. Nos asaltarán de repente los días que vuelan, las prisas, los trasiegos y el estrés.
No sabemos cuándo recuperaremos la percepción espacio-temporal, ojala y sea pronto. Pero, mientras, disfrutad de este letargo porque el cronómetro ya está en marcha.
IMAGEN: Kolbjørn Skarpnes & Rita Elmkvist Nilsen. NTNU
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