¿Conoces el verdadero origen de la noche de San Juan?
19 de Junio de 2023
A lo largo de la historia humana, la ancestral llegada del solsticio de verano siempre se celebraba en nuestras sociedades del paleolítico, como referente a ese sustrato tradicional y pagano, con ritos asociados a la luna con respectivo culto al fuego.
Precisamente la razón de encender una hoguera venía de la concepción de aquella arcaica mentalidad de darle fuerza al sol con la ayuda del fuego. Algunos asocian esta festividad a las prácticas llevadas a cabo por aquelarres de brujería, algo que no se sustenta, debido a que su trascendencia histórica es mucho mayor a la brujería del medievo.
Se cree que la noche de San Juan, es la más corta del año (desde el hemisferio norte) o la más larga (en el sur), y lo cierto es que este suceso de acortamiento nocturno ocurre exactamente el día 21 de junio, y no en el día 24 que se celebra esta festividad.
Siempre se barajó la hipótesis de que el origen de la fiesta se remontaba al culto a las divinidades de los pueblos celtas, donde la magia de la noche y culto al sol siempre tuvo una importancia primordial para esta bárbara cultura. Tras una posterior etapa en la que su culto se cristianiza, eliminando su carácter pagano.
No obstante, de esta aculturación de la celebración al cristianismo, traería consigo, ese apodado topónimo de “San Juan”, en el 24 de junio, seis meses antes de la víspera del nacimiento de Jesús, que es el 24 de diciembre. Estos seis meses es la diferencia existente entre el nacimiento del Bautista, y de Jesús de Nazaret, como recogen las sagradas escrituras.
Son muchos los estudiosos que defienden que tal celebración es una herencia directa de aquel rito de la antigüedad asociado al solsticio de verano, y a los ciclos de la naturaleza.
Precisamente, el culto a lo divino en una fase quizás intermedia entre aquella primigenia celebración y la nuestra, tenga su respuesta en la religiosidad del imperio romano. Y es precisamente en estas divinidades donde se halla la respuesta a la noche de San Juan. En concreto, tras la diosa Juno.
LA DIOSA JUNO DE BADAJOZ
Si visitas el museo arqueológico de Badajoz, podrás encontrar una hermosa escultura romana presidiendo el claustro del edificio. Ella es la diosa Juno. De ella proviene precisamente el nombre que toma este mes de “junio”. La hipótesis de la raíz etimológica de “Juno” proviene de esa otra raíz protoindoeuropa “yeu-“ (fuerza vital), como un derivado de ser la diosa madre Aunque tal derivación podría ser consistente con un origen como Diosa Madre de la mitología grecorromana asociadas a Diana o Hera, diosas vinculadas al matrimonio y los nacimientos.
¿QUIÉN FUE LA DIOSA JUNO?
Juno, para la mitología romana era la equivalente a la Hera griega, diosa del matrimonio y reina de los dioses. Considerada hija de Saturno y esposa de Júpiter, con el que nacieron tres supuestos hijos: Marte y Vulcano y una posible hija llamada Lucina, aunque algunos creen que se trata de un epíteto de Juno como diosa de los alumbramientos. Precisamente de estos ciclos lunares en los alumbramientos, viene vinculada la deidad al Kalendae, Kalendaris palabra de la que proviene calendario.
En nuestra cultura, las mujeres celebraban todos los 1 de marzo de cada año, las fiestas en honor de Juno llamadas Matronalia. Otras fiestas dedicadas a la diosa, fueron las Nonas Caprotinas, celebradas los 7 de julio. Es por ello que son muchos los que en el mes de junio (Juno patrona del matrimonio), sea el más propicio para celebrarse los enlaces.
Juno fue considerada para la religión romana, como deidad mayor de su religión, y parte de la Triada Capitolina con Minerva y Júpiter.
¿Y CÓMO FUE DESCUBIERTA?
El Ministerio de Cultura compró en el año 1987 a un profesional de las antigüedades. Era una pieza de mármol muy peculiar. Por una cara aparecían unos pliegues de tejidos cincelados de lo que parecían unas piernas, mientras que por el reverso, habían reutilizado la pieza marmórea con la fábrica de un escudo nobiliario.
Se dice que el anticuario se hizo con ella en el municipio pacense de Llerena. El lugar donde estuvo dicho escudo (según se constata por lugareños), era la fachada del convento de San Buenaventura, un cenobio que sufragó el contador mayor de Carlos V, llamado Don Sancho de la Paz, y miembro de este abolengo reflejado en su blasón.
Desde el siglo XIX el convento estuvo abandonado y en ruinas, circunstancia que propició el expolio del escudo que misteriosamente guardó parte de la escultura de la diosa Juno.
Sería en el año 1989 cuando agenciado por el Ministerio de Cultura, es enviado al museo arqueológico de Badajoz, donde permanece hasta nuestros días de forma permanente.
No es hasta el año 2010 cuando se descubre la parte superior de la fragmentada escultura en los trabajos arqueológicos realizados en la ciudad romana de Regina, en Casas de Reina.
La persona que se percató de que ambas piezas formaban parte de una misma escultura de mármol, era el arqueólogo Andrés Silva, basándose en que no existen muchas tipologías en ese periodo con deidades sedentes (sentadas).
Juno, de este modo, es la protectora divina de la comunidad, que muestra tanto un carácter soberano como de fertilidad, también vinculada al mundo militar.
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