Detenido el dueño de un club de alterne por tráfico de drogas

La Guardia Civil ha detenido a ocho personas, a las que acusa, entre otras cosa, de tráfico de drogas.

La actividad delictiva tenía como centro de operaciones un club de alterne situado en Valencia de Alcántara.

De las ocho personas detenidas, seis son españolas, una rumana y la otra portuguesa.

Se les acusa de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y trata de seres humanos con fines de explotación sexual

En la operación, denominada ‘Isthtar’, nombre de una deidad egipcia, los agentes de la Guardia Civil se han incautado de diferentes cantidades de heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana, así como de 3.680 euros y de dos vehículos, tras realizar cuatro registros domiciliarios.

LOS HECHOS

Los agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, en colaboración con el Juzgado de Instrucción 1 de Valencia de Alcántara, ha desarticulado “un importante grupo criminal”, que actuaba tanto en Valencia de Alcántara, como en localidades cercanas y en Portugal.

Las investigaciones se iniciaron durante en marzo del 2017, fruto de las diferentes informaciones obtenidas por parte del Equipo ROCA (Robos en el Campo) de Valencia de Alcántara (Cáceres).

Las informaciones confirmaban la existencia de, al menos, un importante punto de venta de drogas en la localidad; concretamente en un club de alterne situado en las proximidades a la población.

Esta actividad de narcotráfico era desarrollada por el responsable del establecimiento (un hombre de 48 años, natural y vecino de Valencia de Alcántara), quien utilizaba al club para enmascarar el punto de venta de drogas que tenía en el establecimiento.

Al frente del negocio estaba una mujer, de nacionalidad rumana, que participaba activamente en todas las acciones delictivas.

El punto de venta de drogas era visitado por vecinos de la localidad, de otras próximas y de algunas portuguesas. Entraban en el club y permanecían poco tiempo en el local, comportamiento que le indicó a los investigadores de la Guardia Civil que el motivo del desplazamiento hasta el club no era el sexo o la bebida, sino la adquisición de algún tipo de droga.

Las visitas al club se producían incluso cuando el establecimiento permanecía cerrado, lo que sumado a los antecedentes por tráfico y consumo de drogas del propietario del mismo y de las personas que asiduamente lo visitaban, evidenció que el único propósito era comprar drogas.

PEQUEÑOS ‘CAMELLOS’

Según avanzaba la investigación, la Guardia Civil constató que algunas de las personas que visitaban el club compraban mayores cantidades de drogas, para traficar con ellas en sus lugares de residencia mediante el menudeo. Así se logró localizar otros tres puntos de venta de estupefacientes Valencia de Alcántara

Igualmente se desveló la existencia de un grupo criminal, integrado al menos por ocho personas, que centraba su actividad principal en el tráfico de drogas.

EXPLOTA LA OPERACIÓN

Con las pruebas recogidas, la Guardia Civil “decide explotar la operación el pasado día 15 de diciembre de 2017”, con el registro de cuatro inmuebles; uno de ellos, el club desde el que se hacía el suministro y venta de la droga, y tres viviendas situadas en Valencia de Alcántara.

Los registros permitieron detener a las ocho personas, por los supuestos delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

Además, la Guardia Civil se incautó de 154 dosis de heroína, 88 dosis de metanfetamina, 903 dosis de cocaína, 73,79 gramos de hachís, 104,58 gramos de marihuana, así como de efectos relacionados con el tráfico de drogas, cinco básculas de precisión, 3.680 euros y dos vehículos.

DROGA FIADA

La Guardia Civil sospecha, que además de suministrar la droga a los tres puntos de venta de Valencia de Alcántara mencionados, el detenido y supuestamente el mayor distribuidor de la droga, responsable del club, vendía parte de la droga fiada a terceras personas sin recursos económicos, para que pudieran traficar con la misma y cobrarla una vez la hubieran vendido, consiguiendo llegar a más consumidores sin tener que desplazarse al club y obtener un mayor beneficio económico.

MEDIO MILLÓN EN INMUEBLES

De forma paralela a la investigación sobre el tráfico de drogas, se realizó otra, de índole económico, sobre los detenidos, pudiendo identificar un incremento inusual del patrimonio del responsable del club, mediante la compra en efectivo de bienes inmuebles en diferentes localidades del territorio nacional, adquisiciones por las que desembolsó cerca de 500.000 euros, dinero enmascarado como ingresos de la propia actividad del club de alterne, aunque las ganancias correspondían probablemente a los beneficios que le reportaba el tráfico de drogas, comprobándose igualmente que la encargada del club enviaba importantes cantidades de dinero a Rumanía.

TRATA DE BLANCA

Tanto al responsable como a la encargada del club de alterne se les acusa de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, por las pésimas condiciones en las que se encontraban las mujeres que allí permanecían, aunque estaban de forma voluntaria, el establecimiento presentaba numerosas deficiencias higiénico sanitarias para su habitabilidad, siendo controlándolas en todo momento y exigiéndoles comisiones por los servicios que prestaban.

Todos los detenidos, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Valencia de Alcántara, decretando prisión para cinco de ellos.