Ecologistas estudian presentar querella por prevaricación y malversación contra el gobierno de Vara

Los servicios jurídicos de Ecologistas en Acción de Extremadura están estudiando la posibilidad de presentar una querella contra el Gobierno de Fernández Vara por haber dictado varias resoluciones administrativas en relación con el regadío de Tierra de Barros “a sabiendas de que el proyecto era inviable y carecía de sustento legal alguno”.

Esta noticia ha traído consigo un conflicto político durante los últimos días después de las declaraciones del consejero de VOX de la Junta de Extremadura, Ignacio Higuero, quien ya ha pedido investigar la tramitación de este proyecto.

Los ecologistas entienden que, a pesar de que la Junta se había comprometido con Bruselas en no sacar el proyecto de regadío adelante, iniciaron los procesos expropiatorios para llevarlo a cabo en dicha comarca, habiendo sufragado importantes cantidades de dinero no solo en funcionarios dedicados al proceso de expropiaciones, sino que además se pagó con dinero público a los propietarios los depósitos de ocupación previa de los terrenos que iban a ser expropiados. Esto podría constituir un delito de malversación de caudales públicos.

El PSOE ha contestado al consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural manteniendo que “se trata de una cortina de humo para ocultar la incapacidad manifiesta a la hora de gestionar los regadíos de Extremadura”. Además, quitó hierro al asunto pidiendo “que nadie se preocupe” porque no es ninguna estafa: “Guillermo dejó el proyecto listo para ejecutarse. Están mintiendo”.

Ecologistas en Acción criticó desde el primer momento este proyecto que “no tenía ningún sentido desde un punto de vista económico ni tampoco medioambiental”. Y ello cuando “la escasez de agua en el Pantano de Alange y en la Presa de los Molinos impedía cualquier proyecto de regadío, aunque fuese de apoyo, como se decía por parte de la Comunidad de Regantes y el propio gobierno autonómico de Fernández Vara”.

De hecho, el tramo existente entre la Presa de los Molinos y el Pantano de Alange prácticamente está seco durante todo el año por la falta de agua, “incumpliendo así la Confederación Hidrográfica del Guadiana incluso la obligación de mantener el caudal ecológico necesario para la subsistencia de especies animales y vegetales en el entorno de los, aproximadamente, 40 km que distan entre una presa y otra”, añaden.

En aquellos tiempos este colectivo indicó que este proyecto “era una auténtica estafa política y que los agricultores que se involucrasen en el mismo podrían perder las inversiones que realizaran”. La asociación conservacionista sigue sin entender cómo la CHG no ha tenido “la seriedad y transparencia suficientes” para advertir de que no había previsión hídrica para el proyecto de regadío en Tierra de Barros en el actual Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadiana.