El Mérida consigue un sufrido empate ante un Córdoba B envalentonado

El Mérida Asociación Deportiva firmó tablas en el último partido del año. Un empate a cero con una mitad para cada equipo que les deja mirando hacia abajo en la clasificación.

El conjunto romano salió muy bien plantado al terreno de juego, con una presión alta que agobiaba al rival y acumulando mucha gente arriba para evitar que los cordobeses salieran con el balón jugado.

A pesar de gozar de dos ocasiones muy claras, una de Villa y otra de Mustapha, poco a poco los visitantes se iban haciendo con el control de la bola sin llegar a inquietar la portería de Felipe Ramos.

El Mérida aprovechó esta tesitura para sorprender a los cordobeses a través de contragolpes pero el balón siempre se topaba con la defensa o con Marcos Lavín, que se mostraba muy seguro bajo palos.

Los 4.000 espectadores que habían acudido al Romano esperaban un gol que les diesen los tres puntos y alejaran a su equipo de la parte baja de la clasificación, pero el tanto no llegaba.

Además y ante la impaciencia del respetable, alrededor del minuto 30 la gasolina de los de Mehdi Nafti parecía acabada. Fruto de ello llegó el primer disparo del Córdoba B, pero Ramos estuvo muy atento para atrapar un balón que rebotó en Diana.

Con el empate a cero se llegaría al final de un primer tiempo donde el Mérida había sido el equipo con más peligro y ocasiones claras, no logrando materializarlas.

SEGUNDO TIEMPO

En la segunda mitad el Mérida pareció salir dormido y el filial cordobés gozó de una doble ocasión para adelantarse tras sendos errores defensivos imperdonables en esta categoría.

Entre el dominio del Córdoba apareció Pina con potencia para ceder a Bernal, pero su lanzamiento se marchó alto por muy poco. Los visitantes jugaban en campo rival inquietando al Mérida.

En el minuto 65 Mehdi Nafti había agotado todos los cambios para buscar ese tanto que le diera los tres puntos, pero parecía que la suerte no estaba de su lado.

De hecho el Córdoba B gozó de dos grandísimas ocasiones mostrándose muy atentó Felipe Ramos para alejar el peligro. El cancerbero romano fue el mejor de su equipo durante los 90 minutos.

Con unos últimos minutos intrascendentes se llegaría al final de un partido donde el reparto de puntos fue una bendición para el Mérida, que terminó pidiendo la hora ante el empuje cordobés.