El precio sigue siendo el principal decisor de compra para el 73 % de consumidores

El 73 % de los consumidores afirma que el precio y las promociones son determinantes a la hora de comprar productos de alimentos e higiene, según los resultados de la 13ª edición del Barómetro de Compra de la asociación de fabricantes y distribuidores de gran consumo Aecoc.

El documento ha sido difundido durante la segunda jornada del 29º Congreso de Estrategia Comercial y Marketing de Aecoc, en el marco de una ponencia de la responsable de Estudios de compra ShopperView de la asociación, Marta Munné, acerca de cómo anticiparse a las demandas del comprador.

Munné ha ilustrado que los resultados del estudio revelan que la economía de los hogares se está recuperando pero que todavía hay se mantienen ciertos hábitos de compra habituales del escenario anterior, como por ejemplo una marca de distribuidor que ha conseguido fidelizar al comprador.

En este marco, el análisis arroja que, tras la salud de los familiares y amigos, la inflación sigue siendo el factor que más preocupa a los españoles, seguida de la crisis económica general, lo que explica la importancia del precio a la hora de la compra.

No obstante, el porcentaje de consumidores que prioriza el precio “por encima de cualquier otra variable” ha bajado un 15 % respecto al anterior estudio, situándose en un 58 % de las personas a las que la encuestadora 40dB entrevistó el pasado mes de abril para realizar este barómetro.

El estudio señala que el consumidor español está recuperando progresivamente la confianza en la economía del país y un 42 % de los encuestados ha señalado que vive cómodamente con sus ingresos actuales, un 31 % más que el año pasado.

Sin embargo, el barómetro destaca que aún es pronto para considerar que la situación es de “bonanza”, ya que hasta un 50 % de los hogares afirma que llega justo a fin de mes y un 8 % indica que directamente no llega.

El informe también revela un cambio de tendencia en la cesta de compra de los consumidores, que son cada vez más pequeñas, con menos artículos, racionales y oportunistas.

El 46 % de los españoles ha dejado de comprar productos que antes adquiría para poder controlar mejor el gasto y el 40 % acude más veces a comprar y realiza compras más pequeñas por el mismo motivo.

También para controlar el gasto, hasta el 66 % planifica más las compras que va a realizar, el 54 % acude a más establecimientos en busca de ofertas y el 42 % aprovecha ofertas y acumula más productos en casa.

En cuanto a los productos, un 54 % de los consumidores seguirá comprando productos de marca de distribuidor, aunque su situación económica haya mejorado y lo hará porque se siente satisfecho con ese producto, mientras que un 37 % dice que combinará estas compras con otras de marca de fabricantes.

Amenazas a la recuperación

La jornada ha incluido también una conferencia de la socia directora de Economía de la consultora financiera AFI, María Romero, que ha puesto de manifiesto que el poder adquisitivo de los hogares se ha recuperado, pero puede verse amenazado por el entorno macro y geopolítico actual.

“La merma de poder adquisitivo de los hogares se ha corregido. Se lleva en las espaldas, pero no se ha ahondado más porque la renta de los hogares está creciendo más que el nivel de precios”, ha expresado.

Esto se ha producido gracias a la remuneración de asalariados, tanto por la cantidad de empleo, que es mayor ahora, como a las revisiones salariales al alza, aun cuando en España se han mantenido más contenidas que en otros países europeos, ha explicado la experta.

Por todo ello, la representante de AFI considera que “en España buena parte del crecimiento en los próximos años se va asentar sobre el consumo de los hogares”.

Sin embargo, Romero ha alertado de la amenaza que supone el actual contexto geopolítico mundial, con varios conflictos bélicos y un horizonte de elecciones en la Unión Europea y Estados Unidos.

La experta de AFI ha expuesto que la inflación es una de los indicadores más sensibles al contexto geopolítico, que se manifiesta en el aumento del precio de las materias primas y la energía, entre otras variables, lo que arrastra a la política monetaria a subir los tipos de interés para controlarla.