El temor al desabastecimiento aumenta el desperdicio de alimentos

Fue el antropólogo William Rathje, quien hizo en 1970 un estudio que confirmó que en época de “escasez” se tiraba más comida de lo habitual. Actualmente, aunque no se puede hablar de insuficiencia, la sociedad está repitiendo ese mismo patrón.

La guerra de Ucrania y el paro de transportistas han hecho que salten las alarmas en los ciudadanos, ya que en los supermercados ha habido falta de existencias de algunos productos. De esta manera, se ha comenzado a comprar más de lo que se necesita, y, por consiguiente, ha aumentado el desperdicio de los alimentos.

"La explicación se reduce a la práctica de la compra de crisis. Cuando los medios de comunicación y la población comienzan a hablar de crisis esto produce la aparición del comportamiento de comprar todo cuanto se pueda, aunque ni siquiera se tenga pensado. El resultado: un mayor desperdicio", informa Daniel García-Raso en un estudio publicado en 2009.

En definitiva, la lógica que se está siguiendo entre los individuos es totalmente contraria a lo que se debería hacer, que sería consumir solamente lo necesario desperdiciando lo menos posible.

Así, los representantes de las empresas de gran consumo han pedido a la ciudadanía responsabilidad a la hora de adquirir los productos, puesto que ellos están haciendo todo lo posible para que la cadena alimentaria siga en funcionamiento.