Gragera no cree que la decisión de cerrar comercio y hostelería sea la más adecuada

Los datos en la ciudad de Badajoz son "preocupantes", y el portavoz del equipo de Gobierno, Ignacio Gragera, lo ha achacado a la situación de "relajamiento" que ha existido con la campaña de Navidad.

Gragera acusa del mismo modo al Gobierno regional de no establecer un plan claro, a la par que pide "ayudas reales" acompañadas de las medidas que impongan "para intentar que nadie quede atrás".

Las últimas restricciones impuestas por la Junta de Extremadura a la ciudad tendrán vigor durante una semana y se irán revisando las cifras durante los próximos días. "Sabemos que los datos no son nada buenos, pero confiamos en que haya una posibilidad y que la Junta recapacite en algunas medidas que se han tomado para no penalizar a los que por desgracia siempre se ven más perjudicados", añade.

El Gobierno pacense considera que los malos datos vendrán durante unos días, "pero no creemos que la decisión que se ha tomado de cerrar o restringir el comercio minorista o determinados negocios de hostelería sea la más adecuada".

El portavoz asegura que han cumplido escrupulosamente con las medidas: "He estado acudiendo a los diferentes centros comerciales abiertos en la ciudad y he visto un cumplimiento escrupuloso por parte de todos los empresarios del comercio minorista de la ciudad de Badajoz, con colas perfectamente organizadas en la puerta, cumpliendo aforos y haciendo un esfuerzo extra por contratar personal de seguridad que se ocupase de los aforos".

En cualquier caso, demanda "salvar este cierre parcial" de la mejor manera posible y que no haya que extender las limitaciones más allá de los siete días marcados.

Para ello insiste en la colaboración ciudadana: "No es una cuestión solo de la Junta de Extremadura, del Ayuntamiento de Badajoz o del Gobierno de España, es una cuestión también de responsabilidad de los ciudadanos".