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Cultura

Hallazgo histórico: descubren un abecedario de 2.500 años en el Turuñuelo

Cultura

11 de Junio de 2024

Solo habría dos abecedarios en el mundo como el descubierto en el Turuñuelo

 

La pasada semana, el equipo del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) de la Junta de Extremadura y del centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dirigido por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez, presentaban los hallazgos de la VI campaña de excavación en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, en Guareña.

 

Estos trabajos de excavación desvelaban el hallazgo de una placa de pizarra de unos 20 centímetros. La misma está grabada por las dos caras, donde se combinan ejercicios de dibujo con la repetición continuada de rostros o figuras geométricas. Además de tres personajes que representan una escena de lucha.

 

 

 

Ahora bien, se ha descubierto que en esta tabla de pizarra se pueden leer hasta 21 signos que han sido tallados de izquierda a derecha en su cara frontal.

 

Dichos signos o letras están mezclados con las tres figuras humanas, aunque tallados tan finos que es complicado de ver. Aún así, se aprecia que en el casco del guerrero que aparece tumbado con el pene erecto, se enconde uno de los símbolos.

 

Ha sido el epigrafista de la Universidad de Barcelona, Joan Ferrer i Jané quién ha descubierto e interpretado la escritura. “Parece un abecedario de escritura meridional” señaló Joan Ferrer, quien ha estado investigando durante todo el pasado fin de semana hasta determinar que no solo aparecen guerreros sino también algo escrito.

 

“La inscripción nos confirma el uso de una escritura paleohispánica adaptada a una lengua indígena en el Turuñuelo”, ha explicado el experto. Esto es algo que confirma que aquellos que habitaron en este lugar sabían escribir y, además, lo hacían con una lengua propia.

 

“Tras estudiar las imágenes, todo apunta a que se trata de un abecedario con la secuencia inicial ‘ABeKaTulKeLBaNS?STaUE’ que es casi la misma documentada en el abecedario de Espanca, excepto por el decimoprimer signo, que presenta una forma especial” indica Ferrer.

 

El abecedario es una inscripción muy conservadora. De hecho, en la actualidad se mantiene en los abecedarios la secuencia inicial ABCD, que procede del fenicio. El encontrado en Guareña empieza con la secuencia "ABeKaTu", que sería su equivalente, y contaría con 21 signos escritos en el sentido de izquierda a derecha siguiendo el borde exterior de la placa.

 

"Se habrían perdido al menos 6 signos en la zona partida de la pieza, pero si fuera completamente simétrico y los signos ocuparan completamente tres de los cuatro laterales de la placa podría llegar a los 32 signos, con lo que los signos perdidos podrían llegar a ser once o quizás más si un posible signo, 'Tu', aislado en el cuarto lateral, formara parte del abecedario", comenta Ferrer i Jané, quien añade que es "una pena que se haya perdido la parte final del abecedario, ya que es ahí donde suelen estar las diferencias más acusadas".

 

Esther Rodríguez González, investigadora del CSIC y una de las responsables de las excavaciones arqueológicas en Casas del Turuñuelo, destaca que desde el primer momento del hallazgo de la tablilla de pizarra era consciente de que "el volumen de información que contenía era superior incluso al de los propios rostros encontrados de los guerreros".

 

Además de las siluetas de unas figuras humanas, los científicos ya habían observado varios círculos y líneas que hacían intuir que la placa se podría analizar a diferentes niveles.

 

En estos momentos, Esther Rodríguez y el resto de investigadores del IAM, junto a Joan Ferrer, se encuentran estudiando el alcance de los signos identificados y la importancia que pueden tener como muestras de escritura paleohispánica meridional.

 

TRES ABECEDARIOS

 

Las escrituras paleohispánicas se dividen en dos familias: la familia nororiental y la familia meridional. La frontera entre una y otra estaría, aproximadamente, al sur de Valencia. Todas ellas derivan de la escritura fenicia, de la que se hizo una primera adaptación a lo que se llama un signario paleohispánico original y luego se produjeron dos adaptaciones diferentes, una en el norte y otra en el sur. Esta última es la que dio lugar a la familia de las escrituras meridionales, a la que correspondería este abecedario.

 

Hasta el momento, solo hay constancia de la existencia de dos abecedarios más de escrituras meridionales. Según las primeras investigaciones, el abecedario del Turuñuelo repite, como mínimo, los 10 primeros signos del abecedario del yacimiento de Espanca, en Castro Verde (Portugal).

 

"Este abecedario tiene 27 signos y es el único completo que conocíamos hasta la fecha. Se encontró otro en la excavación de Villasviejas del Tamuja (Cáceres) pero está muy fragmentado, solo tiene algunos signos centrales. Con lo cual el de Guareña sería el tercero y aportaría mucha información", apunta Ferrer.

 

La colaboración entre los investigadores ayudará a determinar si el abecedario de Casas del Turuñuelo se puede clasificar con alguna de las escrituras ya conocidas o si debe considerarse una escritura meridional independiente. "En todo caso, confirma que en este yacimiento se ocultan aún muchas más inscripciones que esperamos que salgan a la luz en futuras campañas", concluye el especialista en escritura paleohispánica.

 

CONSTRUYENDO TARTESO

 

El proyecto Construyendo Tarteso pertenece al IAM, un centro de investigación que inició su andadura en el año 2000 con el fin de promover la investigación científica sobre el patrimonio arqueológico, desde el ámbito regional de la Comunidad Autónoma de Extremadura, hasta el internacional.

 

Su objetivo principal es caracterizar la cultura material tartésica a través del análisis arquitectónico de los grandes edificios de adobe excavados en las últimas décadas e introducir el concepto de arquitectura como elemento integrado en el territorio.

 

El yacimiento de Casas del Turuñuelo se localiza en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, próximo a la desembocadura del río Búrdalo. En 2015 comenzó su primera campaña de excavación y, actualmente, el personal investigador se encuentra inmerso en la sexta, en la cual se enmarca el descubrimiento de la puerta este del edificio.

 

Su singularidad se fundamenta especialmente en su excelente estado de conservación, lo que permite documentar técnicas constructivas y soluciones arquitectónicas que, hasta la fecha, no se habían documentado en un yacimiento tartésico.

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