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Jubilados extremeños exigen que se garantice el suministro energético en los hogares

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26 de Marzo de 2019

Jubilados extremeños exigen que se garantice el suministro energético en los hogares

La Federación de Pensionistas y Jubilados de Comisiones Obreras (CCOO) desarrolla una campaña en Extremadura para recabar apoyo ciudadano y exigir al Gobierno que garantice el suministro de electricidad y gas a todos los hogares de la región, especialmente a aquellas personas y familias más necesitadas, muchas de ellas de edad avanzada.

CCOO está recogiendo firmas para trasladar al Gobierno una solicitud formal con miles de apoyos en la que se reclama que tomen las medidas necesarias que garanticen el acceso a todas las personas a la energía, tanto electricidad como gas, con “un auténtico Bono Social y no con el actual que está muy limitado”.

Se demanda también la prohibición de los cortes de suministro por impago en caso de personas con bajos ingresos, entre los que se encuentran muchos pensionistas y jubilados, involucrando a las empresas suministradoras en estas acciones.

Otra cuestión fundamental es la exigencia de CCOO de que se baje el IVA aplicable a estos suministros, actualmente del 21 por ciento, "con un tipo de IVA que no debería superar el 10 por ciento".

Desde el sindicato se denuncia el continuo incremento de las tarifas energéticas, “que sólo benefician a las empresas eléctricas y de gas y que están llevando a un empobrecimiento generalizado a los pensionistas, jubilados, y al conjunto de la población”.

Aseguran que la ‘pobreza energética’ es un fenómeno que se está extendiendo por toda Europa y que afecta de forma singular a España y Extremadura.

Aquí, la combinación del aumento “disparatado” de los precios de la energía doméstica, sobre todo el de la electricidad, con un incremento del 60 por ciento desde 2007, con la reducción de los ingresos de las familias en el mismo periodo de un 8’5 por ciento de media, ha supuesto que millones de personas se vean afectadas por este tipo de pobreza.

La pobreza energética supone pasar frío en invierno y calor en verano y, en muchos casos, habitar viviendas con humedad, además de no disponer del mínimo necesario de agua caliente ni de la suficiente iluminación. En esta situación se encuentran alrededor de cuatro millones de personas en España.

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