La agricultura de precisión con drones se afianza en Extremadura
27 de Agosto de 2022
Si hace unos años nos hubieran dicho que el mejor aliado para el agricultor iba a ser un dron, probablemente no nos lo hubiésemos creído. Hoy, es es una realidad, y uno de los pioneros en esta iniciativa de aplicación de las nuevas tecnologías en la agricultura es el extremeño Jorge Torés, con su empresa Campodrones, especializada en la realización de tratamientos fitosanitarios con drones en campos de cultivo.
Después de tres años cosechando éxitos en cultivos de tabaco, pimiento, tomate, maíz y arboleda, entre otros, la empresa da un paso más para afianzarse en el campo extremeño con la apertura de su primera delegación en Extremadura, concretamente en Navalmoral de la Mata. Para esta nueva iniciativa, Campodrones no ha dudado en contar con Benito Martín, cuya empresa Agribemar, en Navalmoral de la Mata, es un referente en materia de maquinaria agrícola en la zona.
De este modo, Campodrones y Agribemar acercan a agricultores y productores extremeños una amplia gama de drones para cualquier actividad en el campo, que van desde drones para aplicar productos fitosanitarios con diversas capacidades, hasta drones para realizar fotografía multiespectral que permita realizar análisis del terreno y conteo de cultivos. Los drones se ensamblarán y comercializarán en las instalaciones de Agribemar en Navalmoral de la Mata.
Según comentan Jorge Torés y Benito Martín, “que la primera delegación en Extremadura se haya establecido en Navalmoral de la Mata no es casualidad, ya que es la puerta de La Vera y desde aquí pretendemos ser el mejor aliado para los productores de la zona, en cuyos cultivos ya tenemos una gran experiencia y éxitos demostrados que nos han valido incluso el apoyo de CETARSA”.
Respecto a los beneficios de la utilización de drones como complemento al tractor, Torés es rotundo: “en la utilización de drones para la aplicación de tratamientos fitosanitarios para agricultura todo son ventajas. Por un lado, al volar a 5 metros de altura, el cultivo no sufre a su paso y, ayudado por la propulsión hacia abajo de los motores del propio dron, el producto llega a empapar la totalidad de la planta optimizando así cada pasada con el dron. Además, el dron puede acceder al cultivo incluso cuando la tierra está empapada tras la lluvia, ganando así un tiempo precioso para la realización de tratamientos. Y, algo muy importante, se minimiza al máximo la contaminación de los cultivos al ser de propulsión eléctrica”.
Tanto Jorge Torés como Benito Martín coinciden al afirmar que “trabajar con drones supone para el agricultor un ahorro fácilmente cuantificable al darle la posibilidad de hacer el tratamiento de una hectárea de cultivo en 6 minutos, minimizando además el consumo de agua y producto fitosanitario ya que esta extensión puede cubrirse con 10-12 litros de caldo frente a los 600 litros que supondría hacerlo con un tractor”. Y añaden que “pese a los beneficios del dron, este nunca será un sustitutivo del tractor tradicional, sino un complemento”.
Con esta iniciativa, Campodrones pone su granito de arena en la revitalización económica de la zona ya que la gran demanda de tratamientos con drones está favoreciendo que se necesiten pilotos que trabajen con estos sistemas. Según concluye Jorge Torés, “trabajar en campo con un dron, es algo innovador y a buen seguro atraerá a muchos jóvenes que en su día renegaron de trabajar en el campo por la dureza que supone. El futuro ya está aquí, y gracias a la tecnología el trabajo en el campo se convierte en algo mucho más llevadero, incluso divertido”.
Conscientes del boom que va a experimentar este tipo de tratamientos con drones, desde Campodrones también proporcionarán formación y asesoramiento para aquellos que quieran ser piloto de dron acreditado y así puedan manejar con toda legalidad estos drones.
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