La Asociación de Emergencias quiere seguir buscando a Manuela Chavero
10 de Enero de 2019
Aunque se ha dicho que en la operación especial de búsqueda de Manuela Chavero Valiente realizada el miércoles en Monesterio (Badajoz) no se ha hallado pista alguna que conduzca a su localización, la iniciativa no resultó inútil.
Por una parte se escenificó sobre el terreno un aspecto del que se habla continuamente con relación tanto a la misteriosa desaparición de Manuela, en la madrugada del 4 al 5 de julio del año 2016, como a la de Francisca Cadenás Márquez, en Hornachos (Badajoz) la noche del 9 de mayo del año 2017: la investigación no ha concluido, ambos casos siguen abiertos.
Un segundo resultado de esa operación especial de búsqueda de Manuela es que permite descartar lugares, como pozos y fuentes en los que aún no se había buscado a Manoli Chavero.
Y por último aporta ideas a las hipótesis que se barajan y abre nuevas posibilidades de búsqueda.
“Metimos la cámara en un pozo de unos tres metros de profundidad y vimos algunas cosas cuya naturaleza no estaba clara, así que bajamos dos de nosotros para despejar cualquier duda sobre lo que había en el fondo del pozo”, afirma Juan José Malato Granados, destinado en el servicio de comunicaciones del CPEI (Consorcio Provincial de Extinción de Incendios) de la Diputación de Badajoz.
Ocho integrantes del CPEI que estaban fuera de servicio han participado en este operativo de búsqueda. Se trata de bomberos integrantes de la Asociación Extremeña Multisectorial de Emergencias, de la que forman parte 12 personas, todas varones, especialista en el rescate y salvamento de personas. Hay bomberos del CPEI, agentes de la Guardia Civil y personas de protección civil.
EXPERTOS EN SALVAMENTO
La asociación se creó tras la disolución del equipo de rescate que había en la provincia de Badajoz. El grupo actúa cuando sus obligaciones laborales se lo permiten, en su tiempo libre, porque su actividad les satisface.
“Somos una familia de doce miembros”. “Todos somos hombres, pero nuestra asociación no está cerrada a la entrada de mujeres. Simplemente no las hay hasta ahora”, afirma Juan José Malato Granados.
A quienes tenga interés en integrarse en la asociación se les exige conocimiento y práctica del buceo a nivel profesional y adaptación al medio.
“La Asociación surgió porque consideramos que, en nuestro tiempo de ocio, podemos seguir aplicando nuestros conocimientos y habilidades para ayudar a las personas. Nuestra profesión es vocacional y ayudamos a las personas por vocación. Si, además, podemos poner un poquito de corazón, ¿por qué no lo vamos a hacer?”.
El grupo cuenta con equipos, tanto de uso personal como colectivo, que, además de buenos, incluso muy buenos, son caros y que han sido conseguidos gracias a la colaboración e instituciones, de personas y de las aportaciones realizadas por los doce integrantes de la asociación. “Tenemos una embarcación de 7 metros de eslora, otra de 3,30 y una moto acuática que es la única que hay en Extremadura para el rescate de personas”, afirma Juan José Malato Granados. A todo ello se suman los equipos de buceo y de grabación de imágenes subacuáticas. Uno de los componentes de la asociación es especialista en fotografía subacuática y participa en concursos como jurado.
Uno de los bomberos que forma parte de la asociación es sargento del CPEI es instructor de buceo.
Los doce integrantes del grupo están distribuidos por diferentes poblaciones; hay uno en Zafra, tres en Villafranca de los Barros, uno en Llerena, uno en Montijo, uno en Trujillanos y cinco en Badajoz.
REANUDAR LA BÚSQUEDA
A pesar de que no pueden decir que hayan encontrado algo que, por ahora, resulte definitivo para resolver el caso, los doce integrantes de la Asociación Extremeña Multisectorial de Emergencias no descartan volver a participar en una operación como la liderada en Monesterio por QSDGlobal Fundación Europea de Desaparecidos, de Pacó Lobatón, con el apoyo del grupo extremeño y de las fuerzas de seguridad.
“Es posible que aprovechemos nuestras prácticas profesionales”, afirma Juan José Malato Granados, “para realizar alguna inmersión de búsqueda en la zona del embalse del Culebrín”. Como puede apreciarse, en este grupo tanto el trabajo como el ocio están marcados por la vocación de servicio público.
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