La fosa común de las llaves perdidas

Cualquier día vamos a perder la cabeza. Y lo peor no sería el no acordarnos del lugar en el que la hemos dejado, para volver inmediatamente a por ella, sino no saber ni siquiera dónde está la oficina municipal de objetos perdidos.

La de Badajoz funciona bastante bien y está atendida por funcionarios muy amables y pacientes –a menos a mí me lo han parecido- que intentan ayudar  de mil amores a la ciudadanía.

La Oficina de Objetos Perdidos del Ayuntamiento de Badajoz se encuentra en las magníficas instalaciones que la Policía Local pacense tiene en la calle Gaspar Méndez, en la barriada de Valdepasillas de la capital de la provincia.

La oficina está allí desde, al menos, el verano pasado. Pero muchas personas aún no lo saben.

El local tiene un acceso fácil y hay lugar para aparcar en las inmediaciones.

Resulta muy curioso el gran número de llaves que se pierden en Badajoz. La gran mayoría de ellas terminan depositadas en esta oficina.

Muchas personas pasan por el mostrador de la misma y, si buscan sus llaves, se les facilitan dos cajas de cartón, que se pueden ver en la imagen que ilustra esta información.

Una, la verde, es más pequeña y contiene las llaves y llaveros que se han trasladado a la oficina el miércoles anterior a la búsqueda. La otra, mucho mayor, al fondo, de color cartón de toda la vida, alberga las llaves que han llegado a la oficina en los últimos tres meses y que nadie ha reclamado aún.

Además de llaves, en la oficina de Objetos Perdidos de la Policía Local de Badajoz hay carteras, documentos, bolsos, teléfonos móviles, bastones y otros objetos personales.

Todos y cada uno de ellos están a disposición de quienes acrediten que les pertenecen. La Policía quiere que cada cual recupere lo que perdió. Pero algunos objetos, muchos, diría yo, parecen estar perdidos para siempre.

¿Y qué hace la Policía Local de Badajoz con las llaves y los llaveros, algunos con detalles muy personales, desde bellotas a imágenes religiosas, pasando por fotografías de niños pequeños, que nadie reclama a pesar de que llevan muchos meses en la oficina?

Los entierra.

Los entierra en el suelo. Me lo contó un funcionario. Y lo hizo con un gesto serio. No me pareció una broma.

“Cuando pasan los meses y nadie reclama las llaves, las enterramos en alguna zanja en la que se esté echando hormigón”.

Por el centro de la ciudad, creo que recordar que en la zona del Paseo de San Francisco o en la Calle Mayor, hay una fosa común de llaves, que primero fueron perdidas, luego abandonadas y, finalmente, sepultadas en el subsuelo de Badajoz.

Las llaves ocupan un lugar en el espacio. No te lo imaginas hasta que ves el cajón de las llaves perdidas en la oficina de la Policía Municipal. Y esas sólo son las últimas que han llegado a la oficina.

Así que, si quien las perdió no va a por ellas, la Policía Municipal no va a custodiarlas hasta el final de los tiempos. En todo caso, enterrándolas se sabrá dónde están y que no se encuentran a la mano de alguien que pueda usarlas de forma ilícita.

Pero, eso sí, que sorpresa se van a llevar los arqueólogos del futuro cuando encuentren la fosa de las llaves perdidas.

Por cierto, la Oficina de Objetos Perdidos del Ayuntamiento de Badajoz abre al público, de lunes a viernes, desde las 8:45 horas hasta las 13:30 horas. El horario está en el cartel de la fotografía. Antes de ir puede usted llamar al teléfono 924 21 01 66 para consultar. Eso dice la Policía, al menos.