Las fronteras europeas se blindan ante la nueva mutación del coronavirus

Con más de 49.000 muertos y alrededor de 1.830.000 positivos en Covid-19, España se encuentra en una segunda ola provocada por la pandemia y a las puertas de una posible tercera con la llegada de las fiestas navideñas. Aunque las malas noticias no paran de llegar, y es que en Reino Unido han diagnosticado una mutación del coronavirus que podría complicar y agravar mucho la situación.

Tras la llegada de la vacuna al país británico y la inyección de la primera dosis de Pfizer/BioNTech a 500.000 personas, han descubierto que existe una nueva cepa del coronavirus, una mutación que, de momento, creen posible combatirla con la vacuna de BioNTech.

De momento, hasta 40 países, incluido España, ya han cerrado sus fronteras y aeropuertos para impedir la propagación de esta nueva mutación, aunque ya está presente en países como Australia, Italia, Dinamarca o Países Bajos.

“La evidencia sobre este virus es que se propaga fácilmente, es más transmisible, necesitamos asegurarnos completamente de que tenemos el nivel correcto de restricciones”, ha explicado Patrick Vallance, asesor científico del Gobierno británico, a lo que añadió: “creo que es probable que aumente el número de (contagios por) la variante en todo el país y creo que, por lo tanto, es probable que las medidas tengan que endurecerse en algunos lugares, no reducirse”.

Hasta ahora, aún no saben con certeza si este nuevo virus causa una enfermedad más grave de la que ya experimentan millones de personas en el mundo, y tampoco si la vacuna será más o menos efectiva, aunque un aumento de los contagios podría ocasionar un colapso y crisis sanitaria.

Lo que sí han estudiado algunos laboratorios es que este virus podría acelerar su transmisión en un 70% y la mutación aumenta su capacidad de infectar células.

Además, la mutación hace que los anticuerpos de la sangre de los sobrevivientes a la enfermedad sean menos efectivos.