Llegan las dimisiones en el CD Badajoz, pero se mantiene el oscurantismo

Hablemos claro. El oscurantismo dentro del Club Deportivo Badajoz está matando a parte de su afición. Se ha convertido en una entidad hermética de la que poco se sabe y la cosa no pinta bien.

El inicio de año ya fue duro, con un proyecto del que se conocía su presupuesto y algunas caras visibles, pero que lejos de ilusionar lo que hacía era dejar en duda qué iba a ocurrir con el supuesto “Real Madrid de la categoría”.

Este miércoles dos personas han dimitido: el presidente, Luís Díaz Ambrona, y el que fuera Director General del equipo pacense y encargado del apartado jurídico, Diego García. Dos piezas importantes pero sustituibles que dejan en el consejo de administración a Juan Manuel Zapata, de la Plataforma Sentimiento Blanquinegro, Miguel Leyva y Víctor Arana.

¿Qué quiere decir esto? Que se mueve todo y que no se mueve nada. Puede parecer una importante alteración y lo cierto es que los mexicanos siguen teniendo “el poder”. Según fuentes cercanas a Luis Oliver, tienen 60 días para convocar una nueva junta y se podría alargar hasta el final de temporada.

Mientras tanto, el club no se pronuncia oficialmente ni informa a la afición pacense de lo que ocurre. No interesa. Eso sí, luego exigen que se apoye a la plantilla como si nada ocurriera.

La mirada crítica ante este tipo de sucesos es necesaria, puesto que no es la primera vez que el club se encuentra en una situación similar y ya sabemos cómo acabó la última vez. Muchos seguidores están alerta y no se fían de los pasos que se están dando. Luis Oliver –el “enterrador” de clubes, como lo llaman- está detrás de un círculo complejo y temen por el fin del equipo blanquinegro.