Lobos para proteger el bosque en las comarcas del norte de Cáceres
20 de Octubre de 2019
La Asociación Ecologistas en Acción Granadilla ha considerado viable la recuperación del lobo allí donde existan presas salvajes, evitando daños al ganado. Tras realizar una encuesta y un trabajo de campo entre cabreros, colmeneros, forestales, senderistas, bomberos, guardas, cazadores y naturalistas, ha llegado a la conclusión de que el lobo necesita la colaboración del hombre y el hombre necesita al guardabosque como gran depredador.
Carlos Pino, responsable de Área de Naturaleza de la Asociación, estima que el lobo puede crear una selección natural de ciervos, jabalís y cabras montesas que beneficiaría la vigorosidad de los ejemplares existentes y la mejora genética de sus poblaciones. Añade que el norte de la provincia de Cáceres y sus sierras son enclaves perfectos para la existencia del lobo, por lo que la Administración no puede dar la espalda al ganadero, agilizando los posibles problemas que puedan plantearse en el territorio mediante un diálogo que agilice la solución de los problemas.
- En el Sistema Central se estima una población actual de entre 20 y 30 lobos, distribuidos en varios grupos.
- En las comarcas de La Vera y Gredos, la superpoblación de cabra montesa afecta a cultivos de cerezos y castaños.
- En el Valle del Jerte ocurre algo similar con ciervos y cabras monteses.
- En el pinar de Granadilla, la elevada población de jabalís y ciervos está invadiendo los olivares de La Pesga y Mohedas de Granadilla, llegando algunos ejemplares a la localidad de Cerezo, junto al pantano de Las Cumbres.
- En Las Hurdes y el valle de Ladrillar, junto al parque natural de Las Batuecas, la densidad de jabalís, ciervos y cabra montesa ponen en peligro las plantaciones de olivar, cerezo y castaño.
- En la comarca de Sierra de Gata ocurre algo similar.
Ecologistas en Acción Granadilla estima que la gestión de la caza es positiva para frenar la expansión de los daños de estos animales, nocivos para la agricultura y la depredación sobre ella del lobo en ejemplares adultos y la del lince sobre los jóvenes, que hacen delimitar las poblaciones.
La caza por parte del lobo sobre los ungulados silvestres es destacable sobre animales heridos, enfermos o débiles, con lo que la depredación elimina animales que se puedan reproducir generando animales con genes débiles y poco adaptados al territorio que ocupan. El lobo, por su parte, hace bajar la densidad de ciervos, jabalís y cabras monteses, disminuyendo el impacto sobre los cultivos y los bosques que ocupa, de ahí su importancia como guardabosques de forma natural, permitiendo una selección biológica de la especie, concluye Ecologistas en Acción Granadilla.
FOTO: Carlos Sanz, del equipo de Félix Rodríguez de la Fuente.
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