Los indecisos deciden las elecciones
5 de Noviembre de 2019
La captación del voto de los indecisos es el principal reto de los partidos políticos que concurren a las Elecciones Generales del próximo 10 de noviembre.
Ese voto indeciso no definirá al ganador de los comicios, pero sí puede marcar el sentido de los pactos de gobierno que finalmente se produzcan, según los expertos. La indecisión muestra también el elevado grado de desafección del electorado con la clase política española ante estas elecciones.
La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), difundida el martes 29 de octubre, subrayó la existencia de un 32,3 por ciento de indecisos, es decir, casi una tercera parte de quienes tienen pensado emitir su voto. Este elevado porcentaje preocupa a todos los partidos que acuden a la consulta, que ya han indicado que el caballo de batalla ante estos comicios es movilizar y atraerse el voto de esos indecisos.
Las consultas del CIS se realizaron entre el 21 de septiembre y el 13 de octubre pasados, y no reflejan, por tanto, ni los posibles cambios o reafirmaciones de voto tras el debate a cinco de ayer ni tras dos acontecimientos clave: el resultado de la sentencia del Procés en Cataluña, con las inmediatas respuestas políticas y los disturbios ocurridos, y la exhumación de los restos mortales de Francisco Franco del Valle de los Caídos.
CRISIS DE AUTORIDAD DE LA CLASE POLÍTICA
“La ciudadanía, más que desencantada, está harta, porque observa que sus representantes hace muchos años que ya no la representan y siguen sin hacerlo”, explica Oriol Alonso Cano, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Para el experto, esta situación negativa podría alimentar una abstención el 10-N. “Hay una crisis de la autoridad representativa en la clase política. Prueba de ello son, entre otros muchos, los datos de ciudadanos que han rechazado recibir propaganda electoral en sus domicilios”, agrega Oriol Alonso. Según este especialista de la UOC, existe la certeza de que “la clase política está absolutamente alejada de los intereses reales de la ciudadanía, como si ambos vivieran en esferas completamente inconmensurables”. Agrega que esta situación “genera un espacio de desconfianza para con la clase política” que explica el posible aumento de la abstención y que está detrás de la indecisión.
Las dudas del electorado, refiere, aparecen también a la hora de asegurar el sentido y efecto deseado de su voto, dado el carácter "voluble e interesado" de los partidos a la hora de establecer alianzas postelectorales. “La cuestión no está en cuántos partidos haya, sino si el voto, en última instancia y por la necesidad de establecer pactos debido a la actual dinámica electoral y parlamentaria, beneficiará indirectamente a un partido que está en las antípodas ideológicas o simplemente del deseo del votante”, afirma Alonso Cano.
“Hoy un votante no vota a un partido solamente, sino que también lo hace a una futura coalición. Por eso sería fundamental que los partidos fuesen rotundos con sus estrategias pactistas en la campaña electoral, y, si luego no se cumplen, el electorado está en todo su derecho de castigar su elección”, añade el experto, para quien los diferentes partidos, si quieren gobernar, deben saber pactar. “Hoy, y siempre en España, lo importante no es ganar las elecciones, sino tener las mayorías necesarias para poder gobernar”, concluye.
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