Manifestación ante la Asamblea para exigir el pago del SMI a los jornaleros

La Asociación 25 de Marzo, junto a los sindicatos CNT y CGT, han mostrado su profunda “preocupación” y denuncian las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras en el campo extremeño.

Una coyuntura que, dicen, “no es nueva pero que, este año, está generando una mayor conflictividad que en ocasiones precedentes”.

El pasado lunes esta asociación se encerró en la sede de Apag Extremadura Asaja para reclamar el pago del salario mínimo interprofesional a los jornaleros. La organización agraria ya ha denunciado los hechos ante la justicia.

En febrero pasado, cuatrocientos trabajadores y trabajadoras de Sol de Valdivia hacían huelga porque no estaban cobrando el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), que fija el jornal de seis horas y media en 46,34 euros y la hora, para fijos y eventuales, en 7,13 euros. En marzo, la plantilla de HaciendasBIO hacía lo propio a las puertas de la central. En el mes de mayo, corrieron como la pólvora las reclamaciones de Raúl, un jornalero despedido por quejarse ante la falta de herramientas en su trabajo.

En junio, hace tan sólo unos días, ochocientos trabajadores y trabajadoras de la finca La Adelantada (Badajoz), perteneciente a El Escobar (Grupo Catalá), paraban indefinidamente hasta que no se les ingresara la nómina de mayo con la subida del SMI y se comprometieran a pagar los atrasos que les pertenecen desde el 1 de enero de 2019.

A estas huelgas se suman otras que están, o han estado, a punto de estallar por el impago del salario mínimo, como el caso de Tangerina S.L., que a día de hoy sigue sin cumplir con la ley; la finca municipal de Guareña, que se encuentra en la misma situación; o las fincas de Torrealta y Torrebaja en el término municipal de Guadiana.

El conflicto se extiende, lo que augura un verano caliente, y no solo por las temperaturas de esta tierra: la campaña de la fruta es larga y, luego, vendrá el tomate, el pimiento, la vendimia, el tabaco, la aceituna… Y a todo esto, el convenio del campo sin firmar.

Por delante esperan varios meses de movilizaciones en el campo por la aplicación de la subida del salario mínimo interprofesional y un nuevo convenio colectivo con mejoras laborales que recupere los derechos perdidos por los trabajadores y las trabajadoras.

"Si se mantiene esta situación, tenemos la convicción de que este año habrá huelga general en el campo extremeño, tras décadas de abusos", señalan.

"Viene un tiempo en el que toca organizarse y, desde la Asociación 25 de marzo, CNT y CGT, vamos a trabajar en ello invitando a todo el mundo a participar en acciones de información y reivindicación de los derechos de los trabajadores y trabajadoras".

Explican que el pasado lunes "entramos en la sede de ASAJA, la patronal mayoritaria del campo extremeño, para señalarles con el dedo como uno de los principales responsables de la situación laboral del campo en nuestra comunidad, y del boicot a la firma del nuevo convenio colectivo y a la aplicación del salario mínimo".

La Asociación 25 de marzo está organizando asambleas informativas en los pueblos y en las principales empresas agrarias, se reunirán con Inspección de Trabajo para reclamarles la acción inmediata en estas empresas y se manifestarán en Mérida el próximo martes 18 de junio, a las puertas de la Asamblea de Extremadura, para denunciar las condiciones laborales en el campo y la "pasividad" y "responsabilidad" en ello del gobierno extremeño.

Por todos estos motivos, hacen un llamamiento público a la sociedad extremeña para acompañarles el día 18, a partir de las 9 horas de la mañana, en solidaridad con los 65.000 trabajadores y trabajadoras agrarias.