Más de 100 efectivos de la UME se incorporarán a la lucha contra el camalote
21 de Septiembre de 2018
Cerca de 120 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) se incorporarán a mediados de octubre en la lucha contra el camalote. Es una de las medidas que se han tomado desde el Gobierno de la nación para combatir la expansión de esta planta invasora que afecta al río Guadiana a su paso por Extremadura.
El teniente general de la UME, Manuel Alcañiz Comas, y el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, mantenían una reunión esta mañana para abordar esta problemática. A la misma también asistía la delegada del Gobierno, Yolanda García Seco.
Posterior a la reunión, Seco y Vara han comparecido en rueda de prensa para informar de la actuación que se va a llevar a cabo en los próximos meses. Se trata de un plan integral de lucha contra el camalote que contará con cerca de 120 efectivos de la UME, 200 trabajadores dependientes de Confederación Hidrográfica del Guadiana, 100 peones más, 32 embarcaciones y 30 equipos.
Para ello se destinarán 3,5 millones de euros, según ha informado la delegada del Gobierno. Este plan pretende acabar con esta plaga abordando de forma contundente la limpieza de los 630 kilómetros de costa que comprenden los 175 kilómetros de río infectados.
Los informes técnicos de Confederación Hidrográfica del Guadiana proponen actuar en dos vertientes, por un lado, de arriba abajo en el tramo que sigue a la desembocadura del río Zújar, asegurando posteriormente la zona con barreras anti-remonte, y por otro, en la zona próxima a la frontera de Portugal para evitar la internacionalización del problema.
FASES
Este plan se divide en cinco fases. La primera de ellas se trata de la fase mecanizada de extracción en verde. Se desarrollará de octubre a febrero. Aquí el río se debe limpiar de arriba abajo, puesto que las semillas y resto de la planta se arrastran en el sentido de la corriente. Es por ello que la limpieza se iniciará más arriba de la localidad de Medellín, para ir situando a continuación barreras anti-remonte asegurando así la zona. Paralelamente se trabajará desde la presa de Montijo hasta la frontera con Portugal.
En esta primera fase se contará con la UME que extraerán manualmente la planta por vadeadores. Se desarrollará en la zona desde el azud del río Guadiana a su paso por Badajoz hasta la frontera con el país vecino. Los efectivos humanos podrán variar según las necesidades de cada momento.
La participación de estos efectivos permitirá mover equipos de extracción aguas arriba, a las áreas de Lobón-Montijo o Mérida, siempre siguiendo las indicaciones de los técnicos. Al término de la época de riego de las explotaciones agrarias se vaciará el embalse de Montijo para tareas de mantenimiento del mismo y se aprovechará para limpiar la zona.
La segunda fase se llevará a cabo una vez que la planta ralentiza su crecimiento hasta que se eliminen las manchas y grandes acúmulos de las barreras. Será coincidiendo con la llegada de las bajas temperaturas. Para el éxito de esta fase serán fundamentales las heladas.
Aquí de nuevo se alternarán tanto medios mecánicos como humanos, aunque la extracción ya no será tan laboriosa como en la primera fase.
En la tercera fase se llevará a cabo la pre-eliminación. Se solapará con la anterior a medida hasta que vayan desapareciendo las grandes manchas. Se actuará desde aguas arriba hacia la frontera fundamentalmente en las orillas para prevenir el crecimiento posterior, rebuscando y retirando la planta sujeta en la ribera. Es una tarea difícil por el constante repaso de islas, brazos, charcas y laterales, etc.
En esta fase de demandan un gran número de efectivos con los medios propios de extracción manual.
En la cuarta fase llega el turno de la vigilancia y la alerta temprana. Aquí ya no existe presencia visible de la planta, pero a pesar de ello se debe continuar con el operativo de vigilancia para ver como actúa el camalote. De esta fase dependerá el éxito de las anteriores.
Por último, en la quinta fase de gestión de material extraído se producirá durante todas las anteriores. Se inmovilizará la planta en el dominio público hidráulico para su procesado y destrucción. Tractores con gradas picarán la planta para facilitar su secado. El camalote es un material que ocupa mucho espacio puesto que en su interior el 80% es agua, pero una vez secado se asimila muy bien en la tierra como compost y además no desprende malos olores.
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