OPINIÓN: Adiós, prima

Adiós, prima. Tuve que saber de ti a través de una desgracia; eres una de las dos personas de nacionalidad española que iban a bordo del avión etíope que se estrelló en Adís Abeba, y no supe de ti hasta que sucedió la tragedia. Nadie quiere despedirse de sus seres queridos, aunque no fueran conscientes de su existencia hasta que se produjo el accidente.

Me habría gustado conocerte de otra manera. Sé de ti poco, pero lo que me han dicho es suficiente para ser consciente de que me caerías bien. Pilar, tenías solo 32 años de edad, era la primera vez que viajabas a África como cooperante, tan solo hacía 15 días que decidiste dejar tu casa en Darbo, parroquia de la localidad canguesa, en Galicia, y lo hiciste para participar en un proyecto en Kenia con una ONG para enseñar a los más pequeños a hablar inglés.

Cogiste ese condenado avión ilusionada, hablando de realizar un segundo viaje a Mozambique, también con el mismo motivo. Pasaste siete años en Londres, en la ciudad favorita de mi madre y de tantos otros, buscando oportunidades laborales, y parece mentira que después de tanto esfuerzo, y de esa tenacidad gallega que nos diferencia, tu vida acabara entre los hierros de un avión, una aeronave correspondiente a un modelo al que, después del accidente, varios países han prohibido volver a volar.

Tu familia te extraña, de eso puedes estar segura, porque has dejado huella incluso en aquellas personas que no te conocían. Seguramente, el alumnado que te esperaba se preguntará que fue de su profesora. También Cangas lamenta tu perdida y ha declarado tres días de luto por tu fallecimiento, Pilar. Se han suspendiendo todos los actos oficiales que se habían previsto.

El Boeing 737 MAX 8, que acababa de despegar e iba cargado de combustible, desprendió humo y se sacudió violentamente en el aire antes de estrellarse a las afueras de Adís Abeba. Incluso los testigos aseguran que pudieron ver partes del aparato desprenderse antes del impacto. Media docena de personas han explicado desde la zona de pastos en la que se produjo el siniestro que el avión llevaba una estela de humo detrás y cuatro de ellos han mencionado un fuerte ruido antes de que se estrellara el aparato. ¿Qué pasó?

Minutos antes del siniestro aéreo en Etiopía, el piloto del vuelo ET302 comunicó a la torre de control que había sufrido un fallo y pidió permiso para volver a aterrizar en Adís Abeba, recibiendo la autorización de los controladores. Fue inútil. No hubo tiempo para volver atrás y salvar tu vida y la de las demás personas que te acompañaban en vuestro último viaje.

Adiós, Pilar; adios, prima. Hasta siempre.

FOTO: FV Cedida