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OPINIÓN: El litio, la ética y la estética

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8 de Febrero de 2018

OPINIÓN: El litio, la ética y la estética

Quienes rechazan la apertura de una mina de litio al lado de Cáceres están anteponiendo pretextos estéticos a cualquier otro argumento.

Rechazan la mina porque abriría un gran agujero, hablan de un cráter, a unos dos kilómetros de Cáceres.

Se oponen a la mina porque alteraría el paisaje de ‘La Montaña’, la Sierra de la Mosca, donde está el santuario de la Patrona de la ciudad.

Están en contra de la mina porque, afirman, es incompatible con una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad.

Son pretextos puramente estéticos. Quienes se manifiestan contra la mina de litio están anteponiendo la estética a la ética.

El año 1965, el poeta, traductor, ensayista y crítico literario cacereño José María Valverde hizo todo lo contrario: antepuso la ética a la estética y dimitió de su cargo como catedrático de Estética en la Universidad de Barcelona.

Por aquel tiempo, el régimen franquista daba sus últimos coletazos y había represaliado a los profesores universitarios y grandes intelectuales José Luis López Aranguren, Agustín García Calvo y Enrique Tierno Galván.

El no menos gran intelectual José María Valverde, nacido en Valencia de Alcántara en 1926, se había salvado de la represión contra los profesores universitarios antifranquistas, pero dimitió. Y lo hizo de un modo que, entonces, todavía se estilaba, en latín: ‘nulla aesthetica sine ethica’, que en román paladino quiere decir: ‘sin ética no hay estética’.

La ética siempre debe anteponerse a la estética. Quienes rechazan las corridas de toros, lo hacen. Quienes se oponen a la mina de litio, que en más de un caso son los mismos, se agarran sólo a la estética.

No es ético, ni tampoco estético, rechazar un proyecto industrial sin conocerlo.

No puede ser ético, ni nunca será estético, oponerse de antemano a la posible creación de centenares de puestos de trabajo en una tierra flagelada por el paro.

No es ético, y no puede ser estético, confundir al mundo argumentando que una mina es incompatible con una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad.

La UNESCO declaró en 1989 Patrimonio de la Humanidad a la ciudad mexicana de Guanajuato, famosa por su rico pasado colonial y ¡por sus minas de oro y de plata! Entre las múltiples galerías que perviven de su tradición minera destaca un enorme pozo conocido como 'La Boca del Infierno'.

Cáceres es una ciudad minera. Está agujereada por las galerías. Tiene un barrio, Aldea Moret, al que se llama ‘de las Minas’ por haber sido el poblado de los mineros del político gaditano Segismundo Moret, cuya empresa extraía fosforita del subsuelo cacereño.

Eso ocurría en el siglo XIX y aquella ciudad de Cáceres no era menos monumental ni menos digna de ser Patrimonio de la Humanidad de lo que puede ser esta capital cacereña.

El litio es un mineral estratégico. Todo indica que su consumo se va a disparar. Se venderá muy caro. Es el ‘petróleo del futuro’. Hasta ahora se han descubierto pocos yacimientos de litio. Puede que en Cáceres esté el más importante de Europa y uno de los más importantes del mundo.

No se debería rechazar la mina de litio sin conocer antes muy bien si su explotación compensará a Cáceres o no.

Es necesario conocer, sin el menor género de dudas, cuánto litio hay en la Sierra de La Mosca; durante cuántos años se podría explotar el yacimiento; si el litio saldría de Cáceres para transformarlo en otro lugar y, por encima de todo, si se crearían en Cáceres industrias anejas a la mina; tenemos la obligación de exigir que el litio de Cáceres genere valor añadido, trabajo de calidad, empleo y productos industriales, en Cáceres, en Extremadura.

El fin no justifica los medios, pero siempre hay que anteponer la ética a la estética. Siempre. Y, además, hay que respetar las leyes. Incluida la Ley de Minas.

No me sorprende que la alcaldesa de Cáceres y del PP rechace la mina, pues debe de creer que se está jugando el sillón y que el PSOE no se juega nada.

Creo que en este caso se equivoca, pero comprendo que el PP de la alcaldesa y de Cáceres quiera dejar la ‘papa caliente’ del litio en manos del PSOE, que en la Junta tramita permisos y en Cáceres se opone a ellos. Como muy bien sabe el PSOE y practica contra el PP, debilitar al adversario es el primer paso en cualquier confrontación.

Lo que no comprendo es que en California, el ‘estado del oro’, primero amarillo y después negro, haya pozos petrolíferos dentro de las poblaciones (los he visto), en las calles (estaban allí), entre los cultivos (no me lo podía creer), y en la ciudad minera de Cáceres no se pueda explotar el nuevo ‘oro blanco’ debido a razones puramente estéticas.

¿Qué ha pasado con la ética? ¿No nos queda ni siquiera un trocito de ética que aún sea aprovechable?

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1  comentario

Antonio Gordillo
09/02/2018 10:12 h.
Se usa un argumento erróneo. Nos mueve la protección de un medio natural cada vez más esquilmado por la acción del hombre, nos mueve la vida salvaje cada vez menos diversa y nos mueve nuestra salud y calidad de vida. No nos mueve solo la estética, para eso ya tenemos los museos. Menudo ejemplo USA..

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