OPINIÓN: La oposición se deja arrancar un ojo para cegar a Rajoy
20 de Febrero de 2018
No sin cierta dosis de cabezonería, España podrá, al fin, meter la cabeza en uno de los centros de decisiones más importantes de Europa: el Banco Central Europeo (BCE).
La cabeza es la del todavía ministro español de Economía, Luis de Guindos, y la cabezonería, la de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, y la de todo su Gabinete, empeñados, casi tanto como Alemania y Francia, en sentar a De Guindos en el Eurobanco.
Lo han conseguido, pero no ha sido fácil. Se han encontrado no sólo con la animadversión, sino hasta con el acoso, de la mayor parte de la oposición española, con el rechazo del Parlamento Europeo y con la hostilidad de un cacho del sector informativo español, además de con el jolgorio de las redes sociales, que habitualmente hierven con todo lo que venga del Partido Popular, se llame Marta Sánchez y le cante a España o como se llame.
Pero, finalmente, como venían insistiendo Rajoy y su Gabinete, Luis de Guindos ha recibido el apoyo del Eurogrupo, y cambiará Madrid por Fráncfort (Alemania), donde el Eurobanco tiene su sede.
En la recta final para la elección, optaban al puesto el español y el irlandés Philip Lane. Los partidos de izquierda -entre ellos los españoles, e incluso Ciudadanos-, con representación en el Parlamento Europeo le dieron su visto bueno a Lane, pero la decisión de la Eurocámara no era vinculante.
La del Eurogrupo, donde están los gobiernos europeos, sí. Y como Alemania y Francia, auténticos pesos pesados de la UE, querían a De Guindos, el aspirante irlandés ha renunciado a competir y se ha retirado. Sabia decisión. Soldado que huye sirve para otra batalla, dijo Napoleón.
El Partido Socialista Obrero Español no quiere que la vicepresidencia del BCE la ocupe De Guindos, pues prefiere a una mujer, y Pedro Sánchez, que no permitió que Susana Díaz, -que si no es mujer al menos lo parece-, liderase al Partido Socialista, ha declarado que el ministro español de Economía no está capacitado para encargarse de la vicepresidencia del Banco Central Europeo.
El currículum profesional de De Guindos le da mil vueltas a la mayor parte de los políticos españoles, incluido Pedro Sánchez, pero, a la vista del caso que le han hecho, el primer secretario socialista debe de tener muy poco trato con la ‘kanzlerin’ Angela Merkel, con ‘monsieur’ Emmanuel Macron y demás primeros ministros del Eurogrupo, incluido el señor Rajoy.
A esta fábula política no le falta su moraleja:
Un rey decidió dar a dos de sus súbditos lo que le pidiesen, con la condición de que aquel que no pidiese nada recibiría el doble de lo que hubiese pedido el otro. Tras pensar durante un buen rato, con el fin de no precipitarse y favorecer a su rival, uno de ellos encontró la solución. “Majestad”, dijo, “ya sé lo que quiero como regalo: sacadme un ojo”.
Aunque pueda sorprender, que te saquen un ojo no debe ser un mal presente cuando quieres destruir a tu rival y te aseguras de que a él le sacarán los dos.
A esto es a lo que parece jugar la oposición española, a quedarse tuerta, sin presencia en la cúspide del BCE, y, de camino, a dejar tuerta a España, con tal de que Rajoy se quede ciego.
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