OPINIÓN: El terror amarillo
12 de Abril de 2018
¿Se han ido ya? Es lo primero que pregunta un madridista, nada más despertarse, este jueves 12 de abril de la Liga de Campeones. ¿Se han ido ya los de ‘la’ Juve?
No se sabe. En el Santiago Bernabéu todavía se ven sombras. Además, los grandes equipos siempre vuelven. Que se lo digan al Real Madrid, que abatió y enterró a ‘la’ Juventus en Turín (0 a 3) y ha sufrido en sus carnes la angustia de ser perseguido por un muerto viviente. Fue una noche de zombis vestidos de amarillo, una noche de terror, una gran noche de fútbol, una noche digna de la Liga de Campeones. Gota a gota –el primero, Mandžukic; el segundo, Mandžukic el tercero,
Matuidi… - fueron cayendo los goles de ‘la’ Juventus sobre las carnes trémulas del Real Madrid. Mazazos de fragua que estremecían hasta a la Cibeles.
Fue un gran espectáculo. En el santuario del miedo escénico, ‘la’ Juve demostró, que para asustar no hay que ser un fantasma cubierto con una sábana blanca. Todo lo contrario, hay que levantarse de la cama, ponerse en pie y afrontar las dificultades con realismo. ‘La’ Juve ha jugado este martes por su historia y para seguir haciendo historia. El madridismo aplaudió a Buffon, un portero de leyenda, y el guardameta italiano respondió con paradas dignas de un deportista legendario.
‘La’ Juventus estuvo muy cerca de conseguir lo impensable; se quedó a una prórroga de volver a estar en el bombo de la suerte, con el ‘bombón’ de ‘la’ Roma, y el Sevilla, a punto de dar el bombazo en Múnich. Ha sido un gran partido el de los hispalenses, que dejan la impresión de estar mentalmente listos –el fútbol es un estado de ánimo, que diría Valdano-.para las grandes noches europeas.
Una vez más se ha podido comprobar que la vida es cuestión de detalles. ¿Fue penalti o no fue penalti? Lo pareció, sin duda. Sucedió dentro del área de ‘la’ Juve, el defensa juventino confundió la espalda del atacante madridista con una escalera mecánica y trepó por ella, hubo contactos rayanos con ‘tocamientos’ obscenos, y la polémica se basa en si el acoso carnal tuvo la fuerza suficiente para impedir que el madridista marcase gol.
Para esclarecer detalles de semejante finura no será suficiente con analizar las imágenes de televisión. De hecho, las repeticiones televisivas no están aclarando casi nada sobre lo ocurrido. En el futuro, en vez del pregonado VAR habrá que utilizar un laboratorio que mida la resistencia de los materiales. Y un confesionario, para que los futbolistas declaren sus pecados.
Lo que no suscita duda alguna es que, a falta del capitán Ramos, el Real Madrid tiene un comandante, Cristiano, que no se arruga, al que no le tiemblan las canillas y que es capaz de lanzar y marcar el gol decisivo para pasar a las semifinales de la Liga de campeones por toda la escuadra. Eso sí en mitad de un miedo que retrata a tu equipo.
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