"Toda la población extremeña ha respirado aire contaminado por ozono"
5 de Octubre de 2023
El informe sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023 en casi 500 estaciones de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 10 situadas en Extremadura.
El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva.
Durante 2023, según Ecologistas en Acción Extremadura, sus niveles han repuntado en la región como consecuencia de la primavera y el tercer verano más cálido desde 1961.
CONCLUSIONES EN EXTREMADURA
La única zona donde en el trienio 2021-2023 se ha incumplido el objetivo legal para la protección de la salud en al menos una estación (Extremadura Rural) suma 614.000 habitantes, el 58 % de la población. Y las dos zonas donde se habría superado el nuevo objetivo legal propuesto para 2030 por la Comisión Europea (la citada y la ciudad de Cáceres) suman 709.000 habitantes, el 67 % de la población.
La frecuencia de las superaciones del estándar de la OMS ha aumentado el 1 % en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de Extremadura, si bien se han reducido las superaciones del estándar legal en un 25 %.
“La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año en torno a 2.500 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias”, expresan. Durante el verano de 2023, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Extremadura 75 muertes por las elevadas temperaturas.
Ecologistas en Acción considera inaceptable que un año más la Junta de Extremadura y el Gobierno de España “sigan careciendo de planes eficaces sobre el transporte, la industria y la ganadería intensiva que reduzcan los elevados niveles de ozono. El plan aprobado por la Junta en 2018 no contiene el diagnóstico, el presupuesto ni las medidas adecuadas para solucionar el problema, y tampoco se está ejecutando”.
“Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son disminuir el tráfico motorizado, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética, un despliegue ordenado de las energías renovables, reducir el tráfico aéreo, penalizar fiscalmente a los vehículos diésel y ampliar la moratoria para las macrogranjas”, aseguran.
Transcurridos nueve meses desde el fin del plazo para que los municipios de más de 50.000 habitantes establecieran zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, “Badajoz, Cáceres y Mérida no han cumplido esta obligación legal, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para su implantación”. Ecologistas en Acción pide a las autoridades locales que prioricen la salud de sus vecinos.
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