Podemos Mérida: “A la vieja política le gusta dificultar las cosas”

En esta primera parte de la entrevista, Podemos Mérida nos habla de los principales problemas que tiene la ciudad, sus reivindicaciones y sobre todo, de cómo está la situación de desahucios.

7Días publicará mañana una segunda parte en la que la formación morada expone otra alternativa al modelo de gestión del mercado de Calatrava, al igual que critica la fórmula llevada a cabo para la cesión de los quioscos de la Plaza de España.

Para ello, este Diario ha hablado a la par con sus dos concejales, Ramón Carbonell, que es el portavoz del grupo municipal, y Fernando González.

Podemos no solo llega como un partido político sino como un movimiento social, ¿os imaginabais poder llegar a formar parte del Consistorio emeritense? ¿Recibíais el apoyo del pueblo?

R.C.: Cuando nos decidimos presentar había un ambiente que hacía muy atractivo entrar en el Ayuntamiento, porque veíamos que teníamos posibilidades de sacar algún concejal.

La ciudadanía estaba esperanzada de votar a los nuevos, quizás los menos malos, porque ya conocían al PP y al PSOE. Creo que le dimos una luz joven, nuestra idea era una nueva manera de ver las cosas, y yo creo que eso a la gente le gustó.

F.G.: En los emeritenses existía ese hartazgo de votar siempre a los mismos, porque sabían que seguían haciendo lo de siempre.

¿Cómo han transcurrido estos casi dos años en la oposición?

F.G.: Han sido dos años duros la verdad. Sobre todo para la gente que no estábamos en las instituciones. Nos hemos visto muchas veces, y más al principio, superados, porque no es nuestra forma de hacer política.

Durante estos dos años hemos vivido procesos internos que han resituado al partido, y hemos aprendido mucho de las instituciones. No ha sido un recorrido fácil y lineal, sino más bien lleno de obstáculos. Creo que hemos hecho oposición dignamente, y ahora afrontamos las elecciones de 2019, en las cuales tenemos que estar resituados para poder dar una buena respuesta a los ciudadanos.

R.C.: Nosotros venimos de los movimientos sociales, y este mundo es mucho más cerrado. Los tiempos nos llevan a los demonios. Yo estoy acostumbrado a preguntar algo y que me contesten. Aquí no. Aquí haces una pregunta y pasan dos meses para que te la respondan, si es que te la responden claro…

En este tipo de cosas nos fijamos que todo podría ser más sencillo y vemos como desde la propia administración se obstaculiza. A la vieja política parece que le gusta enmarañar las cosas para que las cosas no sean tan sencillas como deberían ser.

¿Qué ha hecho Podemos por los emeritenses?

R.C.: Hemos traído un soplo de aire fresco a esta institución. Decían que este Ayuntamiento era un bunker. Ahora ya entra la gente. A nosotros acuden muchos ciudadanos para que le ayudemos a rellenar ciertos papeles, con problemas…

Esto es muy importante porque antes no se hacía. Nosotros hicimos alto tan simple como poner nuestros teléfonos en la puerta del despacho, porque si no estábamos aquí, estábamos en la calle que es donde nos gusta estar, al lado de la gente. Pero lo importante es que saben dónde encontrarnos.

F.G.: Yo creo que lo mejor está por hacerse. Para nosotros las prioridades son Servicios Sociales y Empleo. En Mérida, una de cada tres personas está en riesgo de exclusión social, y un 30% está en paro, y esta situación hay que revertirla.

Destacáis por ser una formación que se encuentra muy cerca de los movimientos sociales, ¿qué os transmiten?

R.C.: Yo vengo de Campamento Dignidad. Me transmiten fuerza, tenacidad, y sobre todo dignidad. Dignidad de la gente que está abajo, pisoteada, pero que todavía tiene dignidad para luchar cada día.

Los movimientos sociales en Mérida han sido un referente a nivel nacional. Los compañeros han hecho de todo, marchas, llenar despensas, comedores sociales… yo creo que este trabajo se verá en la historia como la lucha del pueblo extremeño. Podemos ha sido su válvula de escape.

F.G.: Nunca los tenemos que olvidar. La política tiene que ser un trabajo previo con los movimientos sociales, donde tienes que tener una relación de concordancia con ellos, que haya puntos de encuentro.

¿Cómo se encuentra la situación de los desahucios en Mérida?

F.G.: Llevamos dos años y hemos visto muchos desahucios. Hemos trabajado mañana, tarde y noche de casos concretos donde no había una solución y hemos tenido que ser los que intercediéramos con el equipo de Gobierno para buscar soluciones, en un trabajo muy a la sombra. 

R.C.: La Junta es muy opaca. Dicen que no desahucian a nadie que no pueda pagar. Pero lo cierto es que uno de los criterios que utilizan para echar a la gente son las conductas antisociales. La Junta entiende conducta antisocial un impago de la comunidad, y esto no puede seguir pasando. Alguien que no tiene para comer, para pagar luz o agua, ¿cómo va a pagar la comunidad? Es muy serio que esté ocurriendo esto.

F.G.: Si vivimos en sociedad, en comunidad, somos todos corresponsables de esa situación. Tenemos que tener una mayor solidaridad con ese tipo de actuaciones, hacer corresponsable a la gente, que nada nos sea ajeno. Éste es un elemento que hay que implantar en Mérida.

¿Qué echáis en falta en la ciudad?

F.G.: Es cierto que los datos de turismo avanzan, porque tenemos una ciudad maravillosa para el turismo y buen tiempo gran parte del año. Pero también es verdad que no hay una planificación ni un modelo de ciudad. Vemos una ciudad que todo lo orienta al turismo, que creemos que es un sector fundamental, pero creo que tenemos que buscar un plan B. Un contrapeso para que no todo vaya al turismo. Si todo lo orientas a un sitio, como eso falle, te falla todo.

Creo que hay que ser capaces de entender que una ciudad no se cohesiona en torno al turismo, porque además el turismo muchas veces solo genera precariedad en el empleo. Hay que hacer contrapeso, y sobre todo por gestión publica de los servicios.

R.C.: Es un problema de dejarlo correr. Eso ha sido la política del PSOE y PP. Dejan que avance. Me parece bien que no pongan demasiadas trabas, pero tú tienes que hacer cosas para que la ciudad avance. De siempre se ha dicho que si tienes dos docenas de huevos no las pongas en la misma bolsa, porque si se te cae la bolsa rompes dos docenas de huevos.

No todo lo podemos basar en el turismo, porque ahora va muy bien, porque es muy bonita pero también porque ha vuelto el turismo de interior. Tenemos que reindustrializar la ciudad, está en un sitio estratégico.

¿Qué valoración hacéis de la gestión del Gobierno de Osuna? ¿Existen políticas que se podrían mejorar?

R.C.: Desde que entro el Partido Socialista a gobernar la ciudad se ha creído que tenía mayoría absoluta y ha actuado con un despotismo absoluto. Cuatro mociones en pleno que se han votado en contra del PSOE, pero luego las han modificado en Junta de Gobierno local. Lo puede hacer porque es legal, pero es muy feo. Eso te indica cual es el talante con el que gobiernan. Las conversaciones con el equipo de gobierno son complicadas. Cuando están en el Gobierno se convierten en otros.

Muchas de vuestras críticas van encaminadas hacia los Servicios Sociales de la ciudad, ¿en qué creéis que se está fallando y que proponéis desde Podemos?

R.C.: Lo primero que reclamamos son más trabajadoras sociales. Estamos en menos de la mitad de los trabajadores requeridos a un municipio como Mérida. Es una de las ciudades con una pobreza importante. Por eso los Servicios Sociales son básicos, y estamos dejando a mucha gente atrás.

Insistimos mucho en que hay que reforzar a las trabajadoras, porque son buenas, pero están saturadas de trabajo, les faltan los medios. Esto se traduce en retrasos para conceder la renta básica o las ayudas, y esto a su vez produce que las personas no puedan pagar sus viviendas, el agua, la luz. Se ponen muchas trabas, para que la gente desespere y al final pasa lo que pasa, la gente trabaja en negro para ganarse la vida y tener para comer.