PP: "Mérida tiene que darse cuenta del nivel democrático de Osuna"

Los concejales del Grupo Municipal del PP de Mérida no han participado en el pleno celebrado este jueves. Dicen que están cansados de los “reiterados incumplimientos” por parte del alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, en base a las leyes y normas establecidas.

Según la formación, el equipo de Gobierno se salta el reglamento y la ley de Base de Régimen Local al convocar un pleno sin el acuerdo de la Junta de Portavoces, algo que han advertido al alcalde. Tras informar, aseguran que solicitaron la suspensión del pleno, solicitud que “no ha sido atendida”, lamentan.

Por ello anuncian que nuevamente interpondrán una demanda contra Osuna, que supondría la novena en esta legislatura. “Nuestro Gabinete Jurídico está preparando una querella ante la Fiscalía por reiteración en todos los incumplimientos de las leyes a sabiendas de las irregularidades que está cometiendo, en una clara conducta dolosa contra el resto de la Corporación”, señalan.

En este sentido, recuerdan que en 2017 “tan sólo se celebraron seis plenos ordinarios, cuando el régimen de sesiones aprobado al inicio de la legislatura marcaba la obligatoriedad de convocar, al menos un pleno al mes, que debía celebrarse el último jueves de cada mes en horario de tarde”.

Explican que en el pasado pleno del 1 de marzo de 2018 y a propuesta de la propia Alcaldía, se modificaba y aprobaba por unanimidad un nuevo régimen de sesiones, pasando a celebrarse los Plenos en los últimos tres días de cada mes previo acuerdo de la Junta de Portavoces, que se convocaría con la antelación suficiente.

LOS CAPRICHOS DE OSUNA

“En esta ocasión por el capricho de Osuna, ha convocado el Pleno con anterioridad a la celebración de la correspondiente Junta de Portavoces, por lo que no cumple con lo establecido y todo para intentar cuartar el derecho de los concejales a participar de los asuntos públicos, convocando los Plenos sin consenso y en un horario que resulta imposible de compatibilizar con la jornada laboral de los concejales no liberados”, destacan desde el Partido Popular emeritense.

A esto se suma, dicen, “la falta de convocatorias de Comisiones Informativas, la privación de acceso a la documentación de las sesiones y multitud de circunstancias antidemocráticas”, que desde el grupo municipal, “creemos que son actuaciones premeditadas que pueden llegar a declararse como actuaciones de prevaricación administrativa”.

Por todo ello, el PP ha estado presente en el pleno, pero no han intervenido en los asuntos del mismo. “Creemos que es necesario mostrar nuestra indignación para que Mérida se dé cuenta del nivel democrático de su alcalde, ya que sus actuaciones están cuartando la participación política en una clara postura antidemocrática, dictatorial y discriminatoria, impropias de un primer edil y que nunca se habían dado en la historia democrática de nuestra ciudad”, concluyen.