Preocupación por las niñas desaparecidas: localizan una silla de bebé flotando en el mar
30 de Abril de 2021
La investigación por parte de las fuerzas de seguridad de las dos niñas desaparecidas de Tenerife y su padre continúa. Los últimos hallazgos, una silla de bebé flotando en el mar y restos de sangre en la cubierta de la barcaza que están analizando, han hecho que la preocupación aumente.
La Guardia Civil, Salvamento Marítimo y el Grupo de Emergencias y Salvamento llevan desde primera hora del día trabajando en el caso, que calificaron desde primer momento como de alto riesgo, rastreando varias zonas por mar, tierra y aire entre la punta de Anaga y Güímar, en busca de los tres desaparecidos.
A su vez, Salvamento Marítimo ha pedido a todas las embarcaciones que se encuentren navegando por la zona donde se encontró el barco del padre vacío y a la deriva que permanezcan atentos por si avistan algún indicio que pudiera facilitar el proceso de búsqueda.
La reconstrucción de los hechos hasta el momento con estos nuevos datos realizados el pasado jueves detallan los últimos pasos que pudo dar Tomás Antonio Gimeno Casañas el día de la desaparición.
El martes por la noche a las 21:30 horas fue visto por un vigilante sacando de un vehículo bolsos, maletas y bolsas de ropa que cargó en la embarcación. El mismo vigilante confirmó que no había visto a las niñas con él ni las cámaras lo recogió tampoco. Posteriormente salió a navegar y volvió dos horas después. Un testigo cuenta que lo vio muy nervioso y que decía que necesitaba un cargador que acabo comprando en una gasolinera.
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Justo a esa hora, la madre de las niñas recibía el mensaje amenazante por parte del padre de que no lo volvería a ver a él ni a las niñas. Ese fue el momento en el que la madre alertó a la Guardia Civil de la desaparición de las niñas y el cuerpo de seguridad calificó de inmediato el caso como de alto riesgo. Además, la denuncia confirma que el padre se llevó a las niñas a las 17:00 horas y tenía que haberlas devuelto a las 21:00 horas.
Las fuentes de la investigación han informado de que la mujer ya había presentado quejas ante la Guardia Civil debido a amenazas verbales por parte de su pareja, aunque no presento denuncia. Igualmente, los agentes realizaron un seguimiento de oficio y volvieron a preguntar el pasado mes de marzo. La mujer confirmó entonces que no se había vuelto a repetir el mismo episodio de diciembre.
Las diferentes líneas de investigación del caso siguen abiertas y todavía no se descarta ninguna hipótesis, aunque un juzgado de Güímar ha abierto diligencias, que han sido declaradas secretas, por un presunto delito de secuestro parental.
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