Se olvida de su hijo autista en el aeropuerto y se da cuenta al llegar a su destino

Una mujer viajaba de vuelta a Cardiff en Gales, desde Creta, ubicada en Grecia, junto a sus tres hijos. Todo parecía transcurrir con normalidad, pero al llegar a su destino la madre se percató de que su hijo mayor, el cual sufre autismo, no había llegado con ellos.

Minutos antes del despegue, Jack, el hijo mayor con autismo, sufrió un problema estomacal que le produjo vómitos y dolor de cabeza. Los médicos del aeropuerto le atendieron y los responsables de la aerolínea le subieron a una silla de ruedas para que pudiera embarcar en el avión.

A pesar de que su madre y sus hermanos vieron el asiento de Jack vacío, dieron por hecho que los azafatos se había hecho cargo de él y lo tenían en clase preferente, por lo que, durante las 4 horas que duró el vuelo, no se volvieron a preocupar.

A su llegada al aeropuerto de Cardiff, la familia fue a recoger sus equipajes. Fue entonces cuando comprobaron que la maleta de Jack no estaba allí y se encendieron todas las alarmas. Después de tres horas y media buscando al joven, llegaron a la conclusión de que el chico nunca había embarcado.

Jack seguía en Creta sin móvil, sin pasaporte y sin dinero.

El joven llegó a subir al avión, pero al encontrarse peor fue desalojado para trasladarle a un hospital. La agencia de viajes con la que habían acudido a la isla griega proporcionó al joven un nuevo vuelo y un taxi hasta la puerta de su casa sin ningún tipo de coste adicional.

Su madre, aún disgustada, reconoció que fue una experiencia horrible: “Debió haber estado pensando que lo habíamos abandonado”.