VALSARTÁN: Vergeles anuncia que solo podrán solucionar 2.500 casos de afectados

El pasado miércoles 5 de julio, el Ministerio de Sanidad ordenaba la retirada de más de un centenar de medicamentos que contienen el principio activo ‘Valsartán’. Asimismo, advertía a los pacientes que no dejaran de tomar su tratamiento sin que su médico de cabecera lo sustituyese por otro.

Según la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta de Extremadura, unos 28.000 extremeños podrían estar tomando medicamentos que contienen este principio activo.

Este lunes, el consejero del ramo José María Vergeles, ha vuelto a llamar a la calma y ha explicado las dos principales novedades en el caso:

La primera de ellas es que el Servicio Extremeño de Salud (SES) está analizando, mediante la receta electrónica, cuáles son las personas que pueden estar consumiendo los medicamentos que contienen Valsartán. El objetivo: poder realizar el cambio de tratamiento directamente.

“De los más de 20.000 que teníamos al principio, podemos solucionar los casos de alrededor de 2.500 pacientes”, indica Vergeles. El resto de pacientes también tendrán que sustituir los medicamentos afectados por otros de similares características, pero para ello deberán acudir a su médico de cabecera.

La segunda de las noticias que daba el consejero, se trata de la negociación del SES para que el ciudadano no tenga que desembolsar el dinero que le cuesta el cambio de medicamento. La Junta pide que lo haga la empresa que ha fabricado el fármaco y que ha metido esa impureza que conlleva riesgos para la salud.

Según Vergeles, “estamos llegando a acuerdos con los Colegios Oficiales de Farmacéuticos para que sean las empresas quienes paguen y no los usuarios”.

DESABASTECIMIENTO DE MEDICAMENTOS

Entre otras cuestiones, sobre el desabastecimiento de algunos medicamentos en la región, Vergeles destaca que el SES “no tienen ninguna competencia en la materia. Así, indica que ello está provocado porque las empresas no quieren seguir fabricando esos medicamentos cuando se les exige que mantengan unos precios razonables de cara al público.

“Esto depende de la Agencia Española del Medicamento, no del SES”, defiende José María Vergeles, quien manifiesta que ellos lo que hacen es “buscar una alternativa para que el paciente pueda cambiar a otro medicamento similar”.