Carta abierta a un Sr. Calvo
ALBERTO GONZÁLEZ
8 de Noviembre de 2024
Hace un par de días, en esta misma sección, un Sr. Calvo, con quién no he hablado nunca, del que unos dicen que es sacristán retirado y otros perfumista ambulante, enjuiciaba la 6º edición de mi “Historia de Badajoz” recién aparecida, para criticar sus muchos errores y del resto de los cincuenta libros y decenas de artículos a que se reduce mi modesta trayectoria como doctor en historia, investigador, historiador y Cronista Oficial de Badajoz desde 1996.
Una crítica que la autoridad académica, prestigio científico, trabajos, publicaciones, y demás méritos universitarios e intelectuales que avalan el renombre del insigne autor que la emite, me hace tomar muy en serio. Jamás pensé que tendría tanto que agradecer a un personaje en apariencia tan insignificante.
Tras su critica quemaré mis obras, quebraré mi pluma, y me retiraré a un convento a purgar los errores, deseando al susodicho éxito en sus afanes, entre que los figuran demostrar que la cruz y la medía luna, símbolos del cristianismo y el islamismo, están mal diseñadas.
Y para no hacer perder tiempo a tan reconocida autoridad historiográfica, nada más.
Solo recordar que Don Quijote no mide sus armas con vizcaínos. Y que, cuando uno se encuentra en el suelo una moneda de un céntimo, no merece la pena agacharse a recogerla.
Alberto González.
Cronista Oficial Decano de Badajoz
A Fondo