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Ábalos y Duque destacan la importancia de la ciencia para el futuro de España

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3 de Septiembre de 2020

Ábalos y Duque destacan la importancia de la ciencia para el futuro de España

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha firmado este jueves, junto al ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, un Protocolo de Actuación por el que Mitma, a través del IGN, se hará cargo de las labores de inspección y valoración de la actividad y alerta volcánica en la isla Decepción, en la Antártida.

En el acto, celebrado en el Observatorio Astronómico de Madrid, ambos ministros han expresado que con convenios como este se contribuye a la proyección internacional de nuestro país en este importante ámbito geoestratégico y se envía un mensaje claro y rotundo en el sentido de que, “por adversas que puedan ser las circunstancias, el compromiso de España y de este Gobierno con la ciencia es indeclinable”.

En este sentido, tanto Ábalos como Duque han destacado la importancia de la ciencia para el futuro de España, lo que constituye una muestra más de las firmes intenciones de cooperación entre administraciones y de compromiso con la ciencia, la tecnología, la investigación y el conocimiento como palancas de progreso.

También, ambos responsables han coincidido en la relevancia que tiene reforzar nuestro conocimiento en vulcanología y desarrollar un nuevo despliegue instrumental con importantes desafíos metodológicos que mejorará nuestros sistemas de vigilancia y alerta volcánica.

NUEVAS RESPONSABILIDADES DE MITMA

Las nuevas responsabilidades que asumirá Mitma con este protocolo constituyen una extensión natural de las competencias del IGN. Desde el año 2004, el Observatorio Geofísico Central del IGN tiene la competencia de la vigilancia y valoración científica durante las posibles situaciones de emergencia volcánica en España.

Esta actividad es más significativa en las Islas Canarias, donde el IGN ha desplegado un sistema de alerta y vigilancia multidisciplinar con más de 150 estaciones constituidas por sismógrafos, gravímetros, estaciones GPS e instrumentación de técnicas geoquímicas que cubre todas las islas, y desempeña diversas responsabilidades en los planes estatales y autonómicos de Protección Civil ante el Riesgo Volcánico.

Con la firma de este protocolo, Mitma, además de iniciar nuevas actividades como miembro del Comité Polar Español (CPE), establecerá un sistema de vigilancia volcánica aplicando los métodos y sistemas que ya emplea para la vigilancia volcánica de Canarias, asistiendo al CPE en las decisiones que le correspondan y, particularmente, en las comunicaciones de apertura o cierre de la isla durante las campañas científicas presenciales.

El nuevo sistema tendrá carácter continuado, permanente y fiable, e incluirá tareas de inspección, valoración de la actividad y alerta volcánica, manteniendo las series temporales de datos hasta ahora existentes proporcionando continuidad a los estudios científicos sobre la zona, llevados a cabo por las Universidades de Cádiz y Granada.

ISLA DECEPCIÓN (ANTÁRTIDA)

La isla Decepción es una Zona Antártica Especialmente Administrada de interés científico y turístico (con más de 20.000 turistas al año) gestionada desde el año 2000 por Argentina, Chile, Noruega, España, Estados Unidos y el Reino Unido. Se encuentra a 120 km de las costas del continente Antártico, y separada por el Mar de Hoces (Estrecho de Drake) de las tierras de América del Sur, en el archipiélago de las Shetland del Sur y es uno de los pocos volcanes activos de la Antártida donde se han observado erupciones en época reciente.

En la actualidad, España, mediante la Base Antártica Española (BAE) Gabriel de Castilla, mantiene presencia estable en la isla durante los meses de verano Austral, presencia que coordina el Comité Polar Español (CEP).

La vigilancia volcánica de la isla Decepción es imprescindible para la apertura de la BAE Gabriel de Castilla y el desarrollo de actividades en la isla. De hecho, se trata de uno de los volcanes más activos de la Antártida, con un registro de más de 20 erupciones explosivas en los últimos dos siglos, la última en 1970 que dañó seriamente las bases científicas de Chile y Reino Unido, y numerosos episodios de “unrest” volcánico (desviación del comportamiento de fondo de un volcán, indicativo de actividad en su interior y que podría ser preludio de una erupción) en 1992, 1999, 2014-2015 y 2019.

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