El 45% de ahogamientos de menores ocurridos este año se han producido en piscinas

Los ahogamientos de menores siguen la tónica habitual de los últimos años, a pesar de los meses de confinamiento que hemos padecido.

Son ya 22 los ahogamientos mortales producidos en nuestro país este año, un 45% de ellos en piscinas - el 80% de ellas domésticas- según “El primer informe de ahogamiento de menores en espacios acuáticos” realizado por Abrisud.

España es uno de los siete países europeos que obliga al vallado de las piscinas públicas y comunitarias. Las piscinas privadas en cambio, a diferencia de Francia, Noruega o Italia, no tienen esta misma obligación: “En el año 2003 entró en vigor la Ley Raffarin en Francia que impuso la obligación de incluir medidas de seguridad activa como vallas, cubiertas o alarmas en las piscinas privadas. Esta normativa ha supuesto un importante descenso en el número de accidentes en relación con el parque de piscinas”, explica Fabrice Villa, director de la empresa de cubiertas Abrisud.

Los dispositivos normalizados han probado su eficacia, convirtiendo las piscinas privadas en espacios más seguros.

A pesar del confinamiento son ya 22 los menores fallecidos en espacios acuáticos en España, una cifra similar al año pasado- Los decesos se han concentrado en Cataluña y Comunidad Valenciana con 3 ahogamientos mortales en cada comunidad; seguidos por Madrid, La Rioja, Andalucía, Extremadura y Baleares con 2 y Aragón, Euskadi, Castilla León, Asturias, Murcia y Castilla la Mancha con un fallecimiento cada una.  Seis de los fallecidos eran niñas y 16, niños.

El perfil del menor ahogado es un varón de entre 2-4 años, que fallece en un espacio sin vigilancia o por un descuido en la supervisión adulta, si bien este año el número de ahogamientos en adolescentes también ha cobrado una importancia significativa con 8 decesos.

Los ahogamientos se han producido en un 90% de los casos en espacios sin vigilancia, lo que supone un importante incremento sobre el 77% habitual.

Esta diferencia se explica, en gran medida, porque este año las familias buscan zonas de baño más apartadas o menos concurridas. Los decesos han ocurrido en un 45% de los casos en piscinas, un 80% de ellas domésticas; en un 18% en ríos; otro 18% en playas y el 19% restante en distintas localizaciones como estanques, embalses o aguas interiores.