“El SEPAD deja a Badajoz sin recursos residenciales de rehabilitación”

Tras un nuevo concierto del SEPAD, las personas con Trastorno Mental Grave con plaza en recursos residenciales de Badajoz, serán trasladadas a Olivenza, suponiendo esto un retroceso en sus procesos de recuperación de la vida propia, indican desde la Coordinadora CRR y PS Badajoz, Hermanas Hospitalarias.

COMUNICADO

Desde el pasado mes de enero, plazo en el que termina el contrato actual del SEPAD con Hermanas Hospitalarias, sale a licitación pública un nuevo concierto para dar cobertura al servicio de 38 plazas de atención residencial para personas con enfermedad mental grave en Badajoz, o en un radio de 30km.

Desde el año 2007, se viene desarrollando en la ciudad de Badajoz este proyecto a cargo de Hermanas Hospitalarias.

Hermanas Hospitalarias desde su fundación 1881 siempre ha atendido a la persona con trastorno mental desde una perspectiva integral, promoviendo su inserción en la sociedad y defendiendo su propia dignidad. Hoy, pese a la mejoría y control de la sintomatología psiquiátrica, estas personas aún tienen dificultades para vivir de forma autónoma y desenvolverse en la vida cotidiana comunitaria.

Es por ello, que en Extremadura, la congregación de Hermanas Hospitalarias fueron las impulsoras en dar a conocer sus servicios y están presentes en esta comunidad desde el año 1993 cuando inició su actividad el CRPS de Cáceres. Cinco años más tarde inauguran el mismo recurso en la ciudad de Badajoz y en abril de 2007 abre sus puertas el Centro Residencial de Rehabilitación (CRR) con una capacidad para 30 personas con trastorno mental grave, gestionado por Hermanas Hospitalarias mediante un contrato de gestión y servicio público con el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD).

En diciembre de 2008, se pone en marcha un nuevo recurso de rehabilitación; un Piso Supervisado con una capacidad de 8 plazas, vinculado y gestionado por el recurso anteriormente mencionado. El paso a este dispositivo, es un paso más en el desarrollo y la autonomía de la persona con TMG, pues les ayuda a recuperar y/o a adquirir las capacidades y habilidades necesarias para vivir de la forma más autónoma e integrarse en la comunidad. En esta nueva licitación pública no se contempla este tipo de alojamiento. Los usuarios que en la actualidad residen allí, se verían obligados a trasladarse junto al resto de usuario suponiendo esto una pérdida importante en su nivel de autonomía.

Desde que los usuarios, familias, asociaciones y profesionales conocen la noticia, no dan crédito a lo que está ocurriendo. Esto supondría para ellos un retroceso en sus procesos de recuperación, porque a pesar de que Olivenza es una localidad funcional, todos los recursos específicos de la red de Salud Mental (ESM, CRPS, CRL, Programa de integración social) del área de Badajoz, se encuentran en la propia capital.

Además, esto supondría una contradicción con lo recogido en el III Plan Integral de Salud Mental de Extremadura 2016-2020 en cuanto al objetivo I de actualizar la oferta de servicios sanitarios y sociales a las necesidades de la población en materia de atención a la Salud Mental y al objetivo 25 de impulsar la participación de los usuarios, familias y cuidadores en la planificación de los dispositivos y servicios de atención de la Red de Salud Mental de Extremadura.

Muchos usuarios así como sus familias han manifestado ya su disconformidad con el traslado a este municipio.

Testimonio real: “Yo me llamo Severiano T.D., he vivido mucho tiempo en Plasencia, en el psiquiátrico, por lo menos 13 años y aquí en Badajoz llevo viviendo 14 años, primero en el CRR y ahora en el Piso Supervisado. Mi vida ha ido a mejor y ahora me informan de esta noticia... Nosotros queremos quedarnos donde estamos. Aquí lo tenemos todo. Cuando empecé con mi enfermedad tenía 23 años y fui a un pabellón del psiquiátrico de Plasencia, de hombres, porque había separación entre hombres y mujeres. Nosotros ya hemos pasado por todo aquello, eso ya no existe. Ahora convivimos hombres y mujeres, juntos, hemos mejorado nuestra vida en el Piso Supervisado del CRR. Me siento muy dolorido con esta noticia, es una injusticia que quieran que nos vayamos a otro sitio, donde no tenemos las oportunidades que tenemos en la ciudad de Badajoz. Siento dolor cuando suceden estas cosas. No podéis hacer las cosas sin ni siquiera preguntarnos, sería destruirnos, ¿acaso no tenemos suficiente con lo que nos ha tocado vivir? Y ahora que tenemos una vida mejor queréis que demos un paso atrás mis compañeros y yo. Yo me niego a irme de Badajoz”