JxE apuesta por un “regionalismo sensato” para no tolerar más “ser la cola de España”

Tras la realización del primer congreso federal, desde juntos por Extremadura trasladan a la sociedad extremeña sus conclusiones generales y se posicionan como la opción del “regionalismo sensato, independiente de los intereses de partidos nacionales y volcado con el desarrollo de la sociedad civil extremeña mediante el empleo, la familia y la lucha contra la despoblación”.

Quieren ser la contraposición al ‘ecoregionalismo’ de izquierdas, “cuyo modelo parece orientado a crear más incentivos para que aniden una pareja de grullas a que se asienten nuevas familias en la región”.

¿QUÉ SIGNIFICA EL REGIONALISMO SENSATO PARA JXE?

“ · Regionalismo sensato es tener las prioridades de nuestra comunidad claras: converger en PIB per cápita con el resto del país mediante el desarrollo del sector privado, facilitando la implantación de nuevas industrias, eliminando barreras fiscales y legales que impiden el desarrollo de una sociedad civil sana y autónoma.

· Regionalismo sensato es luchar sólo por lo nuestro. Creemos que nuestra comunidad se ve relegada al último lugar por la prevalencia de partidos nacionales cuyos intereses electoralistas dotan de muchos más recursos económicos y legales a los nacionalismos que buscan romper España, que a la comunidad autónoma menos desarrollada económica y socialmente de España.

· Regionalismo sensato es apostar por políticas de corte liberal progresista como la mejor palanca para el desarrollo de los derechos sociales. Confiar en todos y cada uno de los habitantes de nuestra región como actores fundamentales del cambio. Tras 40 años de gobierno socialista, creemos que el modelo de gobierno paternalista, priorizando la dependencia del sector público, ha demostrado ser completamente ineficaz para el desarrollo de nuestra comunidad.

· Regionalismo sensato es saber que hay campo para todos; para el desarrollo ganadero, agrícola, para cinegética y también para el conservacionismo. Separarlo de políticas sectarias que demonicen al ser humano o, por el contrario, nieguen la importancia del medioambiente.

· Regionalismo sensato es creer en las familias sin etiquetas como el verdadero motor del desarrollo, promoviendo la natalidad, la conciliación y la retención de la juventud gracias a una oferta cultural y de empleo rica y diversa. Con un sistema educativo universal que respete la libertad de elección y garantice la función de ascensor social que debe tener. Debemos de ir más allá del “quiero ser funcionario”.

· Regionalismo sensato es promover un modelo de sanidad que garantice una atención digna, de cercanía y completa para todos los extremeños y extremeñas, mediante una combinación adecuada de recursos públicos y privados tanto en atención primaria, como en atención hospitalaria.

· Regionalismo sensato es el que habla de personas sin apellidos. Erradicar la polarización basada en la confrontación de etiquetas. Aquí somos habitantes de una comunidad autónoma que tiene suficiente con luchar contra el desprecio pasado y presente a nuestra autonomía.

· Regionalismo sensato es el que entiende la política local como una realidad independiente, no como una herramienta electoral para copar cuotas de poder en niveles superiores de gobierno. Apostar por candidaturas de ciudadanos con vocación por el cambio en la cercanía y no por la búsqueda de un sillón.

· Regionalismo sensato es el que busca atraer a personas de cualquier lugar del mundo, que busquen un espacio donde trabajar y crear familias bajo los principios de nuestro sistema legal y favoreciendo la integración y mezcolanza cultural donde el respeto a tradiciones y culturas se dé en las dos direcciones. “

En Juntos por Extremadura aseguran querer luchar por representar a las personas “con sentido común, con ganas de ser protagonistas de un cambio real en su día a día, que confíen en el vecino y sepan exigir las responsabilidades que todos y cada uno tenemos para con los demás”.

En definitiva, “una Extremadura libre de dependencias de los nacionalismos excluyentes e ideologías extremas. Una Extremadura que solo deba rendir cuentas a sus habitantes y no a presidentes o secretarios generales que sólo pasan por aquí una vez cada cuatro años. Una Extremadura capaz de pelear por lo suyo en igualdad de condiciones a los nacionalismos. Una Extremadura que no tolere ni un segundo más ser la cola de España y que a nadie le importe lo más mínimo”.