La jornada del tedio se salda con los triunfos de Portugal, Uruguay y España

Este miércoles los amantes del fútbol se instalaron en su salón para ver una aburridísima jornada de Mundial donde todos los partidos se resolvieron con el resultado de 1 – 0. El tedio se apoderó de unas selecciones que no supieron ofrecer un juego vistoso.

La selección de Portugal, o más bien el equipo de Cristiano, consiguió su primera victoria del Mundial. Es luso es un jugador decisivo y lo volvió a demostrar una vez más con el tanto que le dio la victoria a su selección.

De esta manera, con cuatro tantos, Cristiano Ronaldo se mantiene en lo más alto de la tabla de goleadores de la cita mundialista. Además con ese gol ha marcado más que en los tres mundiales que había disputado anteriormente.

Tras el tanto, en el minuto 4, los dos equipos se olvidaron de jugar al fútbol aunque fue Marruecos quien propuso más sobre el campo. Digo más porque fue el único que buscó la portería rival, pero Rui Patricio estuvo inconmensurable para amarrar el triunfo.

Una más que discreta Uruguay superó a Arabia Saudi por la mínima. Una acción a balón parado, a la salida de un saque de esquina, fue suficiente para Luis Suárez les diera el triunfo a los charrúas.

Este partido dejó a las claras que dos de los mejores delanteros del mundo, como son Luis Suárez y Cavani, están huérfanos en la zona de creación lo que hace que buscar la portería sea más complicado. A pesar de eso los uruguayos certificaron su pase a octavos de final.

Por su parte, Arabia Saudi ha demostrado ser la selección más discreta de las que han viajado a Rusia. Muslera tuvo poco trabajo ante las tímidas acometidas asiáticas y los de Pizzi, tras la derrota, han perdido cualquier opción de avanzar en el Mundial.

El plato fuerte para los españoles llegaba a las 20 horas. Toda España estaba preparada en sus sillones, o en el bar, para presenciar un gran partido de la roja sabedores que el nivel del rival era bastante más bajo.

Con el paso de los minutos el tedio se fue instaurando en los salones y bares del país. Los españoles no eran capaces de superar un entramado defensivo de Irán, que sacaba de quicio a los jugadores con más talento.

Tan solo un golpe de suerte en la segunda mitad dio un gol a Diego Costa, que se pone con tres tantos, con el que se lograría la victoria. Antes le tocaría sufrir al combinado de Fernando Hierro, que terminó pidiendo la hora ante el empuje de Irán.