Cuál es la multa más frecuente en invierno

Con la llegada del frío a España, nuestros hábitos diarios sufren grandes cambios, esto se aplica también al ámbito de la conducción, pues casi todos los conductores en invierno tienen una costumbre sancionada económicamente por la DGT (Dirección General de Tráfico).

Esta sanción se trata de conducir con el abrigo puesto, algo muy usual en trayectos cortos, cuando no apetece quitarse el abrigo para ponérselo otra vez en pocos minutos. Este gesto, según su interpretación, puede ser multado. Por ello, la DGT recomienda encender la calefacción y esperar a entrar en calor dentro del coche para quitarnos el abrigo.

La razón detrás de esta multa es simple: los abrigos, si son gruesos, pueden dificultar nuestros movimientos en el volante, al cambiar las marchas u otras operaciones llevadas a cabo durante la conducción o incluso impedir ciertas posiciones, que está penalizado por motivos de seguridad en el Reglamento General de Circulación.

Conducir con el abrigo puesto supone una multa de 80 euros, pero puede alcanzar los 200 euros dependiendo de la interpretación del agente de tráfico y del grado de gravedad que estime. Por otro lado, hay que indicar que es muy poco habitual que nos vayan a multar por el mero hecho de estar conduciendo con el abrigo puesto.

La multa se aplicaría en caso de accidente o percance en la carretera, si el agente de tráfico considera que la causa del mismo está directamente relacionada con el hecho de llevar puesta esta prenda. Por ello, al igual que conducir con chanclas en verano o sin camiseta, está sujeta a interpretación.