"La tragedia de la extremeña 'Residencia de la Muerte' no puede quedar impune"

La residencia de El Cuartillo en Cáceres, residencia asistida del SEPAD adscrita a la Junta de Extremadura, no deja de ser noticia por los demoledores datos de víctimas mortales y contagios que ofrece.

De hecho, posiblemente sean los peores datos que presenta una residencia de mayores en el cómputo nacional y los familiares no paran de preguntarse ¿qué ha pasado?

De los más de 300 residentes que tenía cuando la COVID-19 llegó a España, han fallecido 67 (número que no deja de crecer) y más de 70 permanecen contagiados.

Ante todos los interrogantes que abre tan dantesca situación, los familiares han puesto en conocimiento del Defensor del Pueblo la investigación que ya está en curso sobre la sucesión de los hechos para conocer qué ha ocurrido y está ocurriendo.

Con anterioridad también han sido puestos en conocimiento de la Gerencia Territorial del SEPAD y de la Fiscalía Provincial de Cáceres.

Los familiares preguntan ¿por qué en la Residencia Asistida de Mayores 'El Cuartillo' de Cáceres se han producido tantos muertos y contagiados por Coronavirus?

“Todos nos preguntamos por qué la tasa de letalidad de la provincia de Cáceres (número de fallecidos por cada 100 contagiados) es de las más altas de nuestro país, con cerca de 15 fallecimientos de cada 100 contagiados, y no dejamos de preguntarnos qué es lo que ha pasado; en especial en la Residencia Asistida de Mayores 'El Cuartillo' de Cáceres, dónde, si las matemáticas no fallan, de cada 100 contagiados el 47 por ciento fallece”.

CONSIDERAN QUE HAY DOS CAUSAS FUNDAMENTALES

La primera relativa a la protección de los propios trabajadores del centro y la segunda concerniente al aislamiento y distanciamiento social adecuado de los residentes, pues, desde que fue anunciado el día 13 de marzo el Estado de Alarma por parte del presidente del Gobierno y se procedió al cierre sistemático de todo tipo de actividad empresarial -excepto farmacias y negocios de alimentación básica- así como al confinamiento de la población; incidiéndose y obligándose asimismo, y con especial énfasis, a clausurar las áreas o espacios comunes de los edificios para evitar el contagio del coronavirus, “estas dos causas han brillado por su ausencia en la Residencia Asistida de Mayores 'El Cuartillo' de Cáceres”.

Los propios trabajadores de la residencia fueron relatando la secuencia de los hechos denunciando y advirtiendo que el número de infectados aumentaría, “pues no tenemos aislados a los ancianos”, añadiendo que los medios de protección eran escasos, teniendo que recurrir a la improvisación para evitar contagios.

Llegaron a decir que la situación en El Cuartillo era un caos, sin equipos de protección individual EPIs. “Necesitamos material”, expresaban el 28 de marzo.

Para mayor gravedad, una trabajadora de la residencia aceptó a través de su Facebook que había estado trabajando contagiada, transmitiendo el virus durante un mes en la residencia.

16 DE ABRIL

"Ayer, después de pasado un mes con positivos confirmados me hacen un primer test rápido en el que doy positivo... me sacan sangre para un segundo y hoy me llaman para los resultados... sorpresa! Ya he generado anticuerpos y se me considera inmunizada.

Después de un mes en el que sin fiebre... me he contagiado y transmitido el virus.

Seguimos pasando los días con la caridad de las personas que donan material que vamos reciclando.

Me encantaría saber a quién pedir responsabilidades y a quién reclamar el mes que llevamos vivido. A quién agradecer que ayer se me hiciese el primer test que ha llegado con un mes de retraso y una infinidad de cosas más que prefiero seguir callando ya que no todos tenemos la misma libertad de expresión y eso me está pesando a diario.

Que alguien se pregunte porqué se sigue mintiendo en todos sitios continuamente.

¿Acaso es que seguimos siendo dramáticas y alarmistas?

¿Hasta cuándo?”

Además de hacerlo público en sus redes sociales lo remitió a diferentes medios de comunicación, así como a la Diputación de Cáceres, al SES, Ayuntamiento de Cáceres, al consejero de Sanidad José María Vergeles y a la Junta de Extremadura.

Otros trabajadores recuerdan que suplicaron test para que no se convirtieran en vectores de contagio involuntarios, pero no se los hicieron. “Los que no pueden dormir tranquilos son los que no nos facilitaron los test”, aseveran.

Fue desde la Inspección de Trabajo y Seguridad Social desde donde el 4 de abril obligaron a la Junta de Extremadura a que facilitara de manera inmediata los EPIs, “acción que tuvimos que promover los familiares y trabajadores”. Todo ello 22 días después de decretado el Estado de Alarma.

El contagio, consecuencia de todo ello, ha sido masivo de trabajadores a residentes y entre los propios residentes “por no aportar la Junta de Extremadura los medios de protección necesarios y el aislamiento adecuado de los residentes”. En especial, indican, “el aislamiento real de los residentes prácticamente no ha existido hasta ultimísima hora y no ha sido garantizado ni verificado adecuadamente hasta que los familiares y trabajadores así lo hemos expresado”.

“Por lo que sabemos, no existe una fecha exacta que indique cuando comenzó el aislamiento y distanciamiento social real en El Cuartillo, si es que el mismo ha existido alguna vez; no sabemos si, alguna vez, se ha procedido a llevar a cabo en el centro la clausura de las áreas o espacios comunes del edificio para evitar el contagio del coronavirus, o sea, no ha debido de existir un día en concreto en el que comenzaran a llevar a todos los residentes -a todos sin excepción- su comida a las habitaciones y no les dejaran salir de las mismas para tomársela. Solo de esta manera se hubiera garantizado un aislamiento y distanciamiento social real y efectivo y no su hubiera producido ese 47% de residentes fallecidos por cada 100 contagiados y que a algunos nos ha tocado muy de cerca”.

SEPAD Y JUNTA DEBERÁN RESPONDER

“El SEPAD y la Junta de Extremadura tienen que responder a las preguntas que se le han formulado y concretar las fechas, pues de no ser así, no tendrá credibilidad nada de lo que nos están diciendo. Será una posverdad muy bien elaborada por la Junta de Extremadura pero, como toda posverdad, una gran mentira, pues no responde más que a ese rasgo característico de la política posfactual: tener un discurso aparentemente basado en hechos pero con hechos falsos o completamente tergiversados”.

CUESTIONES POR RESOLVER

• ¿Se aisló y distanció socialmente a los ancianos adecuadamente?
• ¿Tienen constancia documental de ello?
• ¿Hasta qué fecha compartieron zonas comunes los ancianos de la Residencia Asistida de Mayores 'El Cuartillo' de Cáceres como por ejemplo: salón de actos, hall de acceso, comedor general y comedores generales de planta?
• ¿Hasta cuándo del espacio común que comparten cada cuatro habitaciones?

¡Si a las comunidades de propietarios se les obligó a clausurar las zonas comunes, con más razón debería haberse hecho, en relación a los residentes, en el mayor centro residencial de mayores de Extremadura!

• ¿No lo creen ustedes en el SEPAD así?
• ¿Se ha llevado a cabo y documentado a diario la toma de temperatura y de otros síntomas a todos los mayores y trabajadores de la Residencia Asistida de Mayores 'El Cuartillo' de Cáceres, como así se ha realizado en los países que antes han frenado la expansión de la pandemia; pues hasta ahora (mediados de abril) no han empezado a realizar test masivos a los residentes y trabajadores?
• ¿Cuantos trabajadores asintomáticos y contagiados han seguido manteniendo contacto diario con los residentes del centro, tanto en las zonas comunes de comedores como en sus habitaciones o zonas de aislamiento? Pues como indican los propios trabajadores del citado centro, incluso una semana después de decretado el estado de alarma y confinamiento no tenían los EPIs para protegerse.

Todos los familiares de residentes se hacen la misma pregunta, ¿si no hacían test y el personal, así como los residentes, han ido de un sitio a otro sin protección, cuántos trabajadores o residentes asintomáticos habrán contagiado a los 67 ancianos fallecidos y a los 71 residentes con Coronavirus que hay en el centro?

Eso es, concretamente, lo que solicitan que les documente la Junta de Extremadura. “Si hubiera sido real ese aislamiento y distanciamiento social de los residentes en sus habitaciones y vigilado adecuadamente su cumplimiento real y efectivo, habrían evitado la mayoría de las muertes. Con un aislamiento real y vigilado efectivamente por los residentes, junto a la realización de test masivos a ellos y a los trabajadores, el contagio no hubiera sido masivo como así ha ocurrido y 67 personas estarían aún con nosotros y 67 familias no estarían ahora rotas de dolor”.

“Si la Junta hubiera decidido intervenir la residencia, por el SES o por la UME, ahora no estaríamos hablando de este inmenso número de fallecidos ni el centro sería conocido con la misma denominación que el subtítulo de uno de los libros de Adam Bujak”: La residencia de la muerte.