Los calabozos de Mérida se adaptan a la normativa 12 años después

Más de 11 años han tenido que pasar para que los calabozos de la Policía Local de Mérida se adapten a la normativa.

Hoy el alcalde de la ciudad, Antonio Rodríguez Osuna, acompañado de los delegados de Policía Local Marco Antonio Guijarro, y de Urbanismo Rafael España, han visitado esta mañana las instalaciones una vez han finalizado las reformas.

El alcalde ha destacado que por fin “se han adaptado estos calabozos a la normativa y a lo que exige una ley que data del año 94, reformada en 1996”. Explica que “se ha llevado a cabo algo que no se acometió en la reforma de esta Comisaría que se hizo por un gobierno del Partido Popular y es paradójico que se hiciera la obra hace más de quince años y nadie se diera cuenta de que los calabozos no cumplían con la normativa”.

La obra, según Osuna “no ha sido especialmente cara”, en torno a los 8.000 euros, y supone “una de las irregularidades que nos encontramos cada día en este ayuntamiento con los incumplimientos de normativa”. Por eso lamenta que “es una lástima que hayan tenido que pasar doce años para llevarla a cabo gracias a la denuncia del sindicato para enmendar la situación”

Las dependencias reformadas están situadas en la planta semisótano del edificio de la Policía Municipal, teniendo entrada desde el propio edificio y desde el exterior de la urbanización interior. Están formadas por tres dependencias con superficies de 4,00 m²; 8,15 m² y 9,56 m², que hasta la reforma carecían de luz exterior, tenían las paredes revestidas de aplacado cerámicos deteriorado en algunas zonas, falso techo de escayola roto y puertas metálicas antiguas sin rejillas ventilación y sin huecos de vigilancia.

La reforma ha consistido en la demolición de los aplacados de gres existentes en las paredes, encontrándose deteriorados en algunas zonas, para posteriormente lucirlos y pintarlos.

También se ha procedido a la apertura de huecos para la entrada de luz exterior, aprovechando los espacios de las antiguas ventanas tapadas, colocando una ventana fija con cristal de seguridad para dar luminosidad a las dependencias. Se han cambiado las puertas de cada uno de los calabozos, dotándolas de mirilla practicable y nuevos cerrojos.

El coste total de la obra ha sido de 7.962,25 euros.

No obstante, el alcalde ha ido más allá y ha asegurado que las dependencias de la Jefatura de la Policía Local “no reúnen las condiciones óptimas” por lo que ha asegurado que para trasladar las dependencias hay que buscar una situación estratégica y que cumpla con medidas de seguridad y es una posibilidad que está encima de la mesa, planteada incluso en las últimas reuniones de la Comisión de Capitalidad.

Una posibilidad, si hubiera suficiencia financiera, sería un traslado a la Algodonera pero “habría que hacer una reforma importante. Es algo que está en la mente del Gobierno, pero depende de la disponibilidad presupuestaria”.