OPINIÓN: Impuesto de Sucesiones; así no señorías
15 de Julio de 2018
Todos los españoles y sobre todo aquellos que viven en la zona más septentrional de España conocen perfectamente al viento de componente noroeste que denominamos “cierzo”. Ya en tiempos del sabio romano Marco Pocio Catón dos siglos antes de Cristo, afirmaba a cerca de este viento: “era tan potente que podía derribar a un hombre armado y a una carreta cargada”.
El cierzo para ser más exactos, es un viento frio y seco que se forma por la diferencia de presión entre una borrasca del Mediterráneo y un anticiclón del Cantábrico, discurriendo por todo el valle del Ebro como fuente natural entre los Pirineos y el Sistema Ibérico. La nota dominante de este viento son los efectos negativos que surten en la población, tales como: los cambios de naturaleza fisiológica y/o mecánica.
Pues bien, podríamos decir sin llegar a equivocarnos, que corren malos vientos del cierzo para la clase ahorradora y trabajadora de este país, (según nos muestra el informe de Manuel J. Lagares Calvo) puesto que antes de celebrarse la moción de censura al Gobierno de Rajoy el día 01/06/2018, este al igual que todo su gobierno al unísono defendían lo que podríamos denominar el anticiclón del Cantábrico, toda vez que en materia de tributación fiscal eran firmes partidarios de la armonización del impuesto de sucesiones y donaciones en toda España, precisamente por la recomendación de un informe elaborado en una comisión de expertos para la reforma del sistema financiero-fiscal, con su presidente Manuel Lagares a la cabeza, siendo esta una de las 270 modificaciones impositivas que dicho informe ‘Lagares’ recoge, (del mismo modo que los santos varones de todas las comunidades autónomas también se lo exigían) a sabiendas de que este mal intencionado impuesto complementario del IRPF está totalmente finiquitado en toda la UE, y en los pocos que aún permanece la tendencia es a la derogación del mismo por ser un impuesto cruel, abusivo, con fines exclusivamente recaudatorios, y confiscatorio desde sus orígenes tras la reforma de la ley 29/1987/ de 18 diciembre.
De otra parte tendríamos a la borrasca del Mediterráneo, representada por el ahora presidente del Gobierno Sr. Sánchez, el cual cuenta con un informe elaborado bajo la supervisión de Manuel Escudero, como corredactor del proyecto político con el que Pedro Sánchez se presentó a las primarias de mayo de 2017, y donde en su apartado económico (según documentación propia en poder de Ok diario) el PSOE plantea una subida fiscal generalizada de 30.000.000.000 € entre IRPF, sociedades, ahorro y herencias, para uña legislatura completa a razón de 7.000.000.000 €/año, establecidos de la siguiente mañera: - subida de cuatro puntos de tipo máximo en ÍRPF, - subida generalizada de doce puntos en los impuesto al ahorro, - eliminación progresiva hasta su total eliminación de incentivos y deducciones en el ÍRPF, hasta conseguir una recaudación adicional de 2.000.000.000 €, - subida generalizada de los impuestos de sociedades, hasta un tipo mínimo del 15 % y sin posibilidad de aplicar deducción fiscal alguna, - creación de un impuesto sobre beneficios desviados o para anunciantes en internet, - creación de la (ITF) o también conocida como Tasa Tobi, - subidas generalizadas sobre alcohol, tabacos, carburantes, y como no el gran convidado de piedra: “los impuestos sobre patrimonios, sucesiones y donaciones”, que aunque no dan cifras exactas, si plantean un tipo mínimo no revisable a la baja por parte de las comunidades autónomas, ya que según sus artífices las actuales exenciones y/o reducciones encubren un patrimonio inmobiliario, de este modo se iría introduciendo un beneficio fiscal decreciente por cifra de negocios limitado únicamente para aquellas empresas familiares que la clase política considere como tal.
Todas estas medidas unidas entre sí, (según el documento socialista) harían posible una subida en torno a un 41 % del PÍB español, ya que en opinión del PSOE “en España no sobran gastos, si no que hacen falta más ingresos”.
Así pues nos encontraríamos ante un choque meteorológico entre los anticiclones sobrevenidos del Cantábrico (PP) y las borrascas del Mediterráneo (PSOE), dándonos como resultado el viento del cierzo que sacude en forma de subidas generalizadas de impuestos a los pobres trabajadores, que permanecemos cuasi impasibles al mayor dispendio que un gobierno pueda efectuar sobre toda la población, importándoles cuatro vainas que miles de ciudadanos se manifiesten por toda España, al igual que aquí en Extremadura se hizo con dos convocatorias de manifestaciones, una en Navalmoral de la Mata y otra en Mérida a cual más exitosa por la gran afluencia de público y de las cuales nuestro presidente el señor Vara se hizo eco en ambas ocasiones, cuando la población extremeña solicitaba la bonificación de este perverso impuesto, que actualmente obliga a más de 40.000 familias a renunciar a las herencias que legalmente les pertenecen, todo ello por el consabido progresismo político y lo políticamente correcto.
¿Qué ocurrirá al respecto de estos impuestos?
No lo sabemos, pero es más que probable que sus señorías tengan que debatir en alguna comisión o mesa de trabajo qué hacer con el ÍSD y Patrimonio, pero una cosa es clara, en un mundo globalizado como el nuestro la progresía más rancia y el pensamiento único ya no pertenecen a este siglo, eso es cosa del pasado, hoy lo que impera son los aires de libertad, justicia en condiciones de igualdad, derecho al trabajo y a la propiedad privada.
Nos consta de primera maño, que cuando ha habido reuniones de trabajo con las distintas comunidades autónomas tales como Andalucía, Extremadura, Murcia, Castilla y León, Madrid o Aragón y la Plataforma Stop Sucesiones (única plataforma a nivel nacional) solicitando una propuesta de decreto ley de medidas urgentes en materia de impuestos de sucesiones, cursadas a las distintas Presidencias de las comunidades autónomas, las respuestas han sido siempre las mismas, pero no así sus soluciones y no eran otras que la imposibilidad de bonificar este impuesto al 99.99 %, toda vez que según nuestros actuales regidores, estos nos indican la necesidad del gasto en materia social, de sanidad y educacional.
Miren vds, hasta este preciso momento no existen razones históricas objetivas o derecho alguno que nos indique la necesidad de un tributo tan perverso como es el ÍSD y si de oportunidad política y recaudatoria. Esperamos sinceramente no tener que dar la razón al gran estadista, polifacético, premio Nobel de literatura en 1953 por su brillante oratoria en defensa de los valores humanos exaltados y gran bebedor de coñac Winston Churchil, cuando siendo primer ministro del Reino Unido en el período (1940/1945) y posteriormente jefe de la oposición, este afirmaba: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de los ignorantes, el evangelio de la envidia y como principal virtud el reparto igualitario de las miserias”.
Rogaría encarecidamente a nuestros señores parlamentarios leyeran la publicación de Juan García Molla y Pascual Serrano Jiménez, titulada: ‘Los gobiernos españoles contra las libertades’.
Desearíamos fervientemente que lo aquí reflejado hasta este momento por lo que respecta al ÍSD, solo fuera la intencionalidad política de un gobierno socialista que ha errado en sus cálculos, en materia tributaria, estando aún a tiempo de corregirlo, pues si bien es cierto que este documento existe, igualmente lo sería que fuese solo eso, es decir un documento sin valor teórico-práctico alguno del cual estaríamos dispuesto a negar su existencia, si el nuevo gobierno entrante efectuase una serie de reformas en materia tributaria y fiscal tendentes a la derogación de este impuesto, tal como ha ocurrido en países como: Luxemburgo, Austria, Cañada , Portugal, Hungría, etc hasta completar una larga lista de 15 países en toda la zona OCDE, a la que habría que añadir Francia para el 2019, ya que el gabinete del señor Macrón ha decidido su derogación total y EEUU que solo lo mantendrá en vigor hasta 2025, para patrimonios superiores a 40.000.000 $, siendo a partir de esta fecha cuando se contemple su derogación total. Dicho de otro modo, será España para el año próximo el país que más alto tipo impositivo tenga de toda la zona UE con respecto al ÍSD, muy alejado de la media de esos nueve países que aún lo conservan y no manteniendo correspondencia directa alguna en términos PÍB, PÍB per cápita o en el índice Doing Bousiness (2017), en el cual España ocupa el lugar 32 de 190 países; y puesto que esta publicación del Banco Mundial es de sumo interés para todos los gobiernos del mundo, (ya que a través de su clasificación este nos indica que países poseen un entorno regulatorio más favorable para la creación y operaciones de empresas locales) por lógica socialista aquellos peor situados serían los que tendrían la tributación más alta en lo que respecta al ÍSD, ya que las necesidades de recaudación serían mayores.
Pues no, craso error por parte de nuestra clase dirigente, ya que si observamos dichos índices, estos nos indican claramente que de los 15 países que no contemplan esta figura tributaria en sus respectivos países, nueve de ellos estarían con un índice no muy superior y el resto, (es decir seis) ocuparían un lugar por bajo del caso Español, estos serían: Hungría, Serbia, Eslovaquia, México, Israel o Luxemburgo.
¿ACASO NO LES DICEN NADA ESTOS DATOS?
Ya veremos el talante democrático, dialogante y negociador del nuevo gobierno socialista, al que desearíamos largo recorrido si se postularan como el gran valedor que derogo el ÍSD. Lo contrario sería un tremendo error que el pueblo español no se lo perdonará jamás y por ende en todas aquellas comunidades autónomas donde actualmente gobiernan.
Si preguntásemos a cualquier estudiante de bachillerato, ¿cómo encajaría 2.500.000.000 €, que se recaudan en un año en concepto de ÍSD si lo eliminásemos, con una previsión de recaudación tributaria que superara este año 2018 los 210.000.000.000 €? las respuestas seguro serían acertadas, o al menos en su gran mayoría, por lo tanto un gobierno como el actual con mucho más motivo sería capaz de ello; en otras palabras señorías: la permanencia o derogación del ISD no es materia social o de equidad y mucho menos social, sanitario o educacional, es por tanto de voluntad política e ideológica y por lo tanto susceptible de ser modificado.
Ya lo dijo el sabio Marco Pocio Catón hace XXII siglos: “El viento del cierzo puede ser tan fuerte, que sería capaz de derribar a un hombre armado y a una carreta cargada”.
Esperamos sinceramente, no corran malos vientos. ¡ASÍ NO SEÑORÍAS, ASÍ NO!
POR: José Antonio Bejarano Flores (San Pedro de Mérida).
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