OPINIÓN: “No me la vayas a liar en Madrid”. “No jefe claro que no”

Con esta frase podría resumirse el acuerdo al que ha llegado el exiguo Pacto por el Ferrocarril. Una decisión (no habrá manifestación en Madrid) liderada por la Junta de Extremadura y recalcada posteriormente en palabras de la consejera García Bernal.

Pero el motivo dado no se sostiene señora García, pues vino a decir que como los extremeños ya hicieron historia manifestándose en la capital de España el año anterior, no tienen derecho en volver a hacer historia… y quiero pensar que no es usted quien decide el destino de Extremadura.

Una reflexión derrotista, interesada y absolutamente partidista. Lejos de poner el oído en las calles extremeñas para escuchar el eco de la sociedad decidís por cuenta propia la fecha, el lugar y el cómo. ¡Que genialidad!

Además, siendo el Pacto por el Ferrocarril una reunión donde no tienen asiento los principales agentes de la sociedad civil, aquellos en los que gran parte de Extremadura se ve reflejada: Milana Bonita y el Movimiento por el Tren Ruta de la Plata.

Siento decirle que es tan respetable y viable organizar una manifestación en Madrid en 2018 como lo fue en 2017, la gran diferencia es que quien duerme en Moncloa es ahora socialista, y no querer molestar al señor Sánchez la verdad que está muy feo, quedando meridianamente claro cuál es el principal motivo para desistir por la opción capitalina.

Otra de las brillantes razones es que Cáceres, al estar más cercana a los extremeños podrá aglutinar a más gente, además de para no tener que costearse el viaje a Madrid. Como si los extremeños hubiésemos sido más ricos en 2017 que actualmente.

Lo cierto es que existen muchos lugares para hacer historia, pero el eco conseguido el 18-N-2017 difícilmente se conseguirá desde Extremadura, pues no hace falta explicar que los mass media se encuentran principalmente en Madrid.

En vez de huir del foco mediático, os invito a que algún día algún extremeño escuche de vuestras gargantas por qué el tren extremeño se encuentra en la cochambrosa situación en que se encuentra.