Se avecinan cambios para la segunda quincena de enero

El potente anticiclón azoriano que ha impedido las habituales entradas de borrascas y masas de aire frío que deberíamos tener en esta época del año, y que ha permitido disfrutar de un gélido aunque buen tiempo en Extremadura durante el último mes, parece, que tiene los días contados.

El frío que viene acumulándose durante semanas en latitudes más altas podría acabar irrumpiendo hacía el suroeste europeo, debilitando, desplazando al citado anticiclón, y acabando así con la sequía otoñal e invernal.

Con ello, la segunda quincena de enero podría no tener nada que ver con el tiempo que hemos tenido durante estos 15 primeros días de 2019.

Las masas de aire frío irán acercándose a la península sucesivamente, aunque aún no está claro si acabarán desplazando lo suficiente al anticiclón como para que se produzca una ola de frío, o varias, sobre la península.

Las futuras salidas de los modelos meteorológicos determinarán y afinarán estos posibles cambios, que ya los pronostican, aunque dejan la puerta abierta a varias opciones:

Parece claro que la situación anticiclónica llega a su fin, pero podría traer sobre la península un carrusel de borrascas que dejarían precipitaciones con una cota de nieve superior a 1000 metros, o por el contrario, varias irrupciones de frío típicamente invernales que hicieran desplomarse las temperaturas y con ello nevadas en gran parte del territorio.

Y no tienen porque suceder, podríamos "disfrutar" de un invierno mayormente anticiclónico, pero lo normal es que más tarde o más temprano lo anterior acabe sucediendo, y esta temporada está siendo una de las más tardías de los últimos años.

Prueba de ello es que la gran mayoría de las estaciones de esquí españolas permanecen cerradas a la espera de la llegada del blanco elemento.

Durante las siguientes jornadas iremos definiendo este más que probable cambio de patrón en la atmósfera y qué incidencia tendrá sobre Extremadura.